LA DAMA DE SHANGHAI (1947)

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    Titulo original: The Lady from Shanghai
    Año: 1947
    País: EE.UU.
    Duración: 87 min.
    Dirección: Orson Welles.
    Guión: Orson Welles, basado en la novela de Sherwood King "If I Die Before I Wake".
    Música: Heinz Roemheld. Tema musical: "Please Don't Kiss Me", interpretado por Anita Ellis

    Intérpretes

    Rita Hayworth, Orson Welles, Everett Sloane, Glenn Anders, Ted de Corsia, Erskine Sanford, Gus Schilling, Carl Frank, Louis Merrill, Evelyn Ellis, Harry Shannon, William Alland, Jessie Arnold, Jack Baxley, Steve Benton, Vernon Cansino, Doris Chan, George Chirello, Wong Chung, Edward Coke, Peter Cusanelli, Al Eben, Edythe Elliott y John Elliott.

    Sinopsis

    A punto de hacerse público el veredicto del jurado sobre si se le considera o no inocente de la muerte de un hombre llamado Grinsby (Glenn Anders), el marinero Michael O’Hara (Orson Welles), mira a Elsa Bannister (Rita Hayworth), la mujer a la que ama, y esposa de Arthur (Everett Sloane), el abogado que le defiende en el juicio. O’Hara recuerda la noche en que conoció a Elsa, a la que salva de un secuestro, quedando profundamente enamorado de ella. Ella le cuenta que había nacido en Shanghai y que es la esposa de un abogado y hombre de negocios muy rico. ¿Cómo iba a acercarse un pobre marinero irlandés a una mujer así? Pero al día siguiente, como recompensa a su gesta, Arthur, el millonario marido de Elsa, invita a Michael a que forme parte de la tripulación de un crucero por el Atlántico, con el fin de proteger a su esposa. En el transcurso de la travesía, Grinsby, socio y enemigo de Arthur, también enamorado de Elsa, pide ayuda a Michael para poder pasar por muerto, a cambio de cinco mil dólares. Michael acepta sin dudar, pensando que así podrá huir con la dama de Shanghai. Pero la falsa muerte de Grinsby se convierte en realidad, siendo precisamente Michael O’Hara el primer sospechoso.

    Comentario

    Una de las joyas imperecederas del cine negro que contiene varias de las mejores secuencias filmadas por Orson Welles en toda su carrera. Una deuda fue el origen de este cuarto largometraje oficial de Welles. El productor Harry Cohn había prestado 25.000 dólares a Welles para montar la obra teatral "La vuelta al mundo en ochenta días" y, como el montaje fue un fracaso y el director no podía devolver tal cantidad de dinero, Cohn le propuso que la deuda quedaría zanjada si dirigía una película para él. No era la mejor manera de iniciar una colaboración artística y así se vio durante el rodaje, que fue un auténtico calvario en el que, incluso, se habló de un triángulo amoroso entre Welles, Cohn y la todavía esposa del primero Rita Hayworth (la mala relación del matrimonio durante esas fechas provocó que Welles obligara a la actriz a teñirse su pelo de rubio y la ruptura de su enlace retrasó el estreno de la película durante más de un año). Pero, al margen de los problemas derivados por unas relaciones tensas, la película es una nueva muestra del talento de Welles filmando una de las grandes joyas del cine negro clásico, con grandes hallazgos visuales que suplen la confusión típica argumental que conlleva el género y donde la ambigüedad que arrastran todos los personajes queda magistralmente reflejada en el juego de espejos que ideó Welles para el desenlace del film. Sobre los ejes de la pasión amorosa, los celos y la ambición, Welles construye una película minuciosa.