ANNA KARINA

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    Anna Karina, nacida como Hanne Karen Blarke Bayer (Solbjerg, Dinamarca, 22 de septiembre de 1940 – París, 14 de diciembre de 2019), vivió hasta los cuatro años junto a sus abuelos, edad en la que comenzó a vivir en varias casas de acogida. A los ocho años se trasladó a casa de su madre, de la que intentaría fugarse varias veces durante su infancia.

    A los quince años trabajaba como secretaria en ascensores de la ciudad de Copenhague. Comenzó su carrera en su país natal, donde actuó como cantante en cabarés para aficionados, también logró trabajar como modelo de publicidad y como actriz, de hecho su primer papel para la pantalla fue en «La chica y los zapatos», un cortometraje promocional de Ib Schemedes.

    A los 17 años se trasladó a París sola, queriendo alejarse de su país natal debido a la inestabilidad de su vida familiar y sus deseos de hacer carrera en Francia, país que había visitado en su temprana adolescencia. Comenzó con poco dinero y fue en una de sus visitas a un legendario café del Barrio Latino de París de la época, en los alrededores de la rive gauche del Sena, donde fue descubierta. Obtuvo trabajos en revistas, sobre todo en «Jours de France» y «Elle». Trabajaría como modelo publicitario y en casas de moda de alto prestigio como Chanel, gracias a su magnética y fotográfica belleza. El nombre artístico por el que se le conoce hasta hoy día fue sugerido por la mismísima Coco Chanel, cuando Hanne desfilaba para esta casa de modas. Madame Chanel se le aproximó un día para preguntarle que si era cierto que quería ser actriz. Sin saber con quién estaba hablando, la joven Hanne Karin dijo que sí; Gabrielle Coco Chanel le preguntó, «¿Cómo te llamas?» Al escuchar la respuesta, Coco Chanel le sugirió el nombre artístico Anna Karina, el cual la joven consideró genial y adoptó de ahí en adelante.

    Su primera aparición en una película, aunque no autorizada, fue en «On the Passage of a Few Persons Through a Rather Brief Unity of Time», dirigida por Guy Debord, en la que aparece un anuncio que Anna realizó para una marca de jabón. La imagen estaba acompañada de la voz de Debord diciendo: 2Los anuncios durante las interrupciones -de una película- son el verdadero reflejo de una interrupción de la vida».
    En 1959 conoció a Jean-Luc Godard, quien después de ver su imagen en el mencionado anuncio, le ofreció interpretar un personaje importante en su primera película «Al final de la escapada», papel que rechazó por incluir escenas de desnudo. Ante su negativa, Godard decidió prescindir de este personaje en su película.

    Esto no impidió que Anna aceptara el papel protagonista en el siguiente filme del director, «El soldadito». En ese momento, Anna era menor de edad y no podía trabajar sin la autorización de su madre, a quien Godard trajo en avión desde Copenhague para la firma. El filme fue censurado en Francia porque mostraba tortura de parte de ambos lados durante la guerra de Independencia de Argelia. En 1961 contrajeron matrimonio durante el rodaje de su segunda película conjunta, titulada «Una mujer es una mujer». Su interpretación en esta película le valió el premio a la mejor actriz en el Festival de Berlín.

    A partir de ese momento Anna fue la musa de muchos de los siguientes proyectos del realizador, que se convirtieron en los más recordados en la carrera de ambos, incluyendo títulos como «Vivir su vida», «Banda aparte», «Pierrot el loco», «Lemmy contra Alphaville» y «Made in U.S.A.». Sus colaboraciones con Godard terminaron poco antes que su matrimonio, cuyo fin tuvo lugar en 1967.
    Sin embargo, su carrera no se limitó solamente a las películas de Godard, ni durante su matrimonio ni después, prueba de ello fue su actuación protagonista en «Suzanne Simonin», Palma de Oro del Festival de Cannes, de otro director francés de la Nouvelle vague, Jacques Rivette; su interpretación en «La religiosa» de Diderot es considerada por muchos como la mejor de su carrera. Incluso antes de protagonizar película ninguna con Godard, Anna Karina fue la protagonista de «Ce soir ou jamais» del director francés Michel Deville. También trabajó con Luchino Visconti en «El extranjero» junto a Marcello Mastroianni, durante el mismo año, 1967. Otros filmes destacados en los que actuó fueron «Justine» de George Cukor, «Laughter in the Dark» de Tony Richardson, «Après La Répétition» de Ingmar Bergman o «Chinese Roulette» de Rainer Werner Fassbinder, 1973.

    Trabajó en «El mago» en 1967, adaptación cinematográfica de la novela de John Fowles publicada dos años antes en 1965, realizada por el director Guy Green, al lado de estrellas como Michael Caine y Anthony Quinn. Trabajó con otros directores como Jean Aurel, en adaptaciones de libros de Stendhal como «Del amor y La miel», y colaboró con el cineasta André Delvaux en los años 1970 y 1980 en la película de 1987 franco-belga «L’ouvre au noir». Volvió a trabajar con Jacques Rivette en «Alto.Bajo.Frágil» en 1995.
    Se mantendría muy activa en todo año desde sus inicios a principios de la década de los 60 hasta que en la década de los 80 el número de papeles que realizaba por año disminuiría, años en los cuales comenzaba otras facetas de su vida artística, como la de directora, como la de escritora de ficción. Sobre su carrera se puede decir que además de su gran legado como una de las estrellas más importante del cine-arte de la Nouvelle vague, trabajó en cine experimental, televisión, musicales, cine de bajo presupuesto, papeles de importancia y también cameos en Hollywood, por ejemplo tanto «La verdad sobre Charlie» de 2000, donde se interpreta a sí misma en una versión de la película «Charade», protagonizada por Audrey Hepburn en 1963. Su carrera, se puede decir, que ha sido siempre y sigue siendo de enfoque internacional, puesto que a lo largo de cinco décadas ha participado en películas europeas de Italia y Alemania, en Hungría y también su Dinamarca natal en el largometraje «El hombre que quería ser culpable» del director Ole Roos, así también como en el Reino Unido, Estados Unidos y Canadá. Sus interpretaciones se han desarrollado en diferentes continentes, como por ejemplo en el Norte de África con «El último verano en Tánger», película del cineasta Alexandre Arcady o bien «El extranjero», adaptación de Luchino Visconti de la obra literaria de Albert Camus, o en Grecia.

    En 1973 fundó su propia productora cinematográfica llamada Raska, en la que editaría su debut como directora, «Vivre ensemble», película en la que también trabajaría como actriz. Como directora también rodó «Les oeufs brouillés» y «Victoria» (2008), una película filmada en Quebec, Canadá, en colaboración con el actor y cantante Philippe Katerine con el que también lanzó una producción que vuelven a su repertorio de canciones que hizo para el cine, esta vez en versiones nuevas.
    Aunque su carrera musical no fue prolífica, Anna Karina también ha destacado como cantante. Interpretó canciones en la comedia musical de Jean-Luc Godard «Una mujer es una mujer», al igual que en otro film del mismo director, «Pierrot el loco». En 1967 obtuvo un notable éxito con la comedia musical, ahora en un clásico de cultura pop en el país galo, «Anna», musical realizado para la televisión francesa por el director Pierre Koralnik.

    Anna Karina también escribió cuatro novelas: «Vivre ensemble» (1973); «Golden City» (1983); «On n’achète pas le soleil» (1988) y «Jusqu’au bout du hasard» (1998) e hizo frecuentes apariciones en televisión. La actriz y cantante falleció en su domicilio parisino, el sábado 14 de diciembre de 2019, a los 79 años.