MARIO CAMUS

    355

    Autor de una amplia filmografía como realizador, y de guiones para otros directores (con trabajos premiados en festivales como el de Berlín o el de Cannes); con más de siete décadas a sus espaldas, cinco de ellas dedicadas al séptimo arte, Mario Camus es uno de los grandes directores españoles y un maestro en la adaptación de obras literarias.
    Mario Camus nace en Santander, el 20 de abril de 1935. Estudia Derecho y posteriormente estudios de cine en la Escuela Oficial de Cine donde se diploma en dirección con la práctica «El borracho». Pertenece a la generación del Nuevo Cine Español de la que forman parte, entre otros, Carlos Saura, Basilio Martín Patino, José Luis Borau, Julio Diamante, Miguel Picazo y Manuel Summers. Es difícil encontrar una voluntad similar de inserción en la industria y de hacer del oficio de cineasta una dedicación vivida desde patrones de estricta profesionalidad.

    Debuta como director en 1963 con «Los farsantes», seguda ese mismo año de «Young Sánchez», adaptación de un relato de Ignacio Aldecoa, autor al que volverá a adaptar con su siguiente película, «Con el viento solano» (1965). Su obra fílmica se presenta con múltiples facetas y se sitúa en un arco que une estos primeros trabajos con las ambiciosas parábolas de sus obras de los noventa. En medio se ubican las incursiones en los espacios genéricos del thriller («Muere una mujer», 1965), el musical autóctono (El ciclo de Rafael con «Cuando tu no estás», 1966, «Al ponerse el sol», 1967; «Digan lo que digan», 1968), la película al servicio de una gran estrella («Esa mujer», realizada en 1969 con Sara Montiel) o el western hispánico («La cólera del viento», 1970).
    ADAPTACIONES LITERARIAS

    Pronto se convierte en uno de los mejores especialistas en adaptaciones literarias, que en algunos casos se apoyan en universos afines como el citado de Ignacio Aldecoa, al que volverá a adaptar en 1975 con «Los pájaros de Badem Badem», la mejor de las tres, pese a que fue masacrada por la censura franquista, y en otros toman como base títulos de reconocido prestigio: «La colmena» (1982), Oso de Oro en el Festival de Berlín; «Los santos inocentes» (1984), una de las películas más taquilleras del cine español; «La casa de Bernarda Alba», (1987), «La rusa» (1987), según una novela del periodista Juan Luis Cebrián, «Adosados» (1996) sobre el relato de Félix Bayon o «La ciudad de los prodigios» (1999). En «Los días del pasado» (1977) conviven la historia y el drama individual en una de las pocas y más sentidas aproximaciones que nuestro cine ha realizado al tema de los maquis.
    En paralelo a la realización de películas, Camus ha vivido con naturalidad un trabajo televisivo que se abre con los inicios documentales de «Conozca usted España» (1968) y desemboca en las producciones historicistas ejemplificadas por «Fortunata y Jacinta» (1979), «La forja de un rebelde» (1989) o los dos episodios que firmó para la serie «Los desastres de la gerra», tras el tránsito por series más populares como «Los camioneros» (1973-1974) o «Curro Jiménez» (1977).
    GUIONISTA

    También deben situarse en esta dimensión artesanal del cultivo de diferentes ocupaciones sus trabajos como guionista para otros cineastas como Carlos Saura («Los golfos», 1959; «Llanto por un bandido», 1963), Pilar Miró («Werther», 1986; «Beltenebros», 1991; «El pájaro de la felicidad», 1993), Jordi Grau («Chicas de club» / «Cántico», 1970), Miguel Ángel Díez («Luces de Bohemia», 1985); el tándem Benito Rabal – Manuel Octavio Gómez («Gallego», 1987) o Pedro Olea («Más allá del jardín», 1996). En todos estos casos la escritura de Camus no es sino otra manera de seguir dando forma alternativa a una misma materia cinematográfica.
    En la década de los noventa, la nostalgia de un pasado inaprensible en el cine de Camus se transforma en una meditación sobre el presente: «Después del sueño» (1992) es una reflexión sobre el expolio de la memoria histórica. «Sombras en una batalla» (1993), por la que ganó el Goya al mejor guión original, «El color de las nubes» (1996), «La playa de los galgos» (2002) o «El prado de las estrellas» (2007) una historia sobre la amistad entre un viejo maestro y una joven promesa ciclista, son algunos ejemplos.
    Mario Camus es un creador de enorme prestigio, con una sólida trayectoria. Ha sido homenajeado en Festivales de Cine. Además del Oso de Oro de Berlín, en 1985 fue galardonado con el Premio Nacional de Cinematografía, posee la Medalla de Oro de las Bellas Artes y en 2011 recie el Goya de Honor de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de España por toda su trayectoria. Ha escrito los libros de relatos «Un fuego oculto» (Madrid, 2003) y «Apuntes del natural» (Santander, 2007).
    QUEDA DICHO

    «En mi vida hay muchas historias pero me imagino que no serán muy diferentes de las de todos los que nos educamos en aquella época»
    «He hecho películas y series que han sobrevivido. El tiempo las ha mantenido en la superficie”
    «Es un privilegio que la gente vea una película tuya y te recuerde por ella”
    «Las películas de Raphael me salvaron la vida varias veces; pude seguir en la profesión”
    «Hay que acstumbrarse a no dominar nunca del todo nuestro trabajo. Por eso este oficio nuestro, es un oficio de gente humilde. Al fin y al cabo de lo que se trata es de interpretar y explicar la vida y los comportamientos humanos»
    «El Goya de Honor me abruma. No estoy acostumbrado a ser diplomático, ni me divierte ser protagonista”
    «En España hay actores buenísimos, verdaderos monstruos de la interpretación, versátiles y con oficio. Jamás he tenido tropiezos con ninguno”

    «El premio es para todos los que han trabajado conmigo. Puede que yo sea la cabeza visible, pero detrás hay muchísima gente”
    «Siempre me ha gustado escribir, inventar historias, me he sentido más cómodo creándolas que haciéndolas porque no sabía si podía enfrentarme a un equipo. Milagrosamente, he podido hacerlo”
    «Ponerse a escribir pensando en un tipo de espectador es una cagada”
    «El concepto de la puesta en escena hay que revisarlo. Empieza con la elección del productor, del escenario, con la elección de los actores, de los objetos, del color, con el ángulo de cámara, que es el gozne sobre el que gira toda la puesta en escena»
    «Mi máxima aspiración sería que alguien viera una obra sin títulos de crédito y supiera que es mía”
    «El cine es como el amor. El amor es como un pájaro. Si lo aprietas mucho se ahoga. Si abres demasiado las manos, se te escapa»