ROBERTO ROSSELLINI

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    Roberto Rossellini fue el director más importantes del neorrealismo italiano y uno de los grandes cineastas de la Europa de posguerra. Nacido en una familia burguesa de Roma el 8 de mayo de 1906, su padre construyó el primer cine romano (un teatro donde podían mostrarse películas), garantizando a Roberto el pase libre de admisión ilimitado; Roberto comenzó a frecuentar el cine a una edad temprana. Cuando su padre murió, Roberto trabajó como técnico de sonido en películas, y por algún tiempo pudo trabajar en varios campos relacionados con la creación de películas, ganando competencia en cada uno.

    En 1938 rodó su primer cortometraje, «Prélude à l’aprés-midi d’un faune», después del cual asistió a Goffredo Alessandrini en el rodaje de «Luciano Serra pilota», una de las películas italianas de la primera mitad de siglo con más éxito. En 1940 asistió a Francesco De Santis en «Uomini sul Fondo». Su primer largometraje, «La Nave Bianca» (1941) es la primera de la llamada Trilogía Fascista, junto con «Un pilota ritorna» (1942) y «Uomo dalla Croce» (1943). A esta etapa corresponde su amistad y cooperación con Federico Fellini y Aldo Fabrizi.
    Cuando el régimen fascista cayó en 1945, sólo dos meses después de la liberación de Roma, Rossellini ya estaba preparando «Roma, ciudad abierta» («Roma città aperta», con Federico Fellini asistiendo en el guion y Aldo Fabrizi en el papel del sacerdote), que él mismo produjo, obteniendo la mayor parte del dinero de créditos y préstamos. Este drama fue un éxito inmediato, consagrando definitivamente a Anna Magnani. Rossellini comenzó así su Trilogía Neorrealista, cuya segunda película fue «Paisà» («Camarada», 1946), filmada enteramente con actores no profesionales, y la tercera «Germania anno zero» («Alemania año cero», 1947), patrocinada por un productor francés y rodada en el sector francés en que entonces estaba divividida Berlín.

    Declaró en una entrevista: para crear realmente el personaje que uno tiene en mente, es necesario para el director entablar una batalla con el actor que normalmente termina sometiéndose a los deseos del actor. Como no deseo estar malgastando mis energías en una batalla como ésta, sólo uso actores profesionales en contadas ocasiones. Se ha dicho que una de las razones de su éxito fue el hecho de que Rossellini reescribió los guiones según los sentimientos y las historias de sus actores no profesionales. Acentos regionales, dialectos y vestimentas se ven en sus películas del modo en que verdaderamente eran.
    Después de su Trilogía Neorrealista, Rossellini produjo dos largometrajes que hoy se clasifican como cine transicional: «L’Amore» («El amor»), con Anna Magnani, y «La macchina ammazzacattivi» («La maquina matamalvados»), mostrando realidad y verdad.

    En 1948 Rossellini recibe una carta de Ingrid Bergman, a la que le fascinaban sus películas, proponiéndole trabajar con él y así comienza una de las más conocidas historias de amor en el mundo del cine, con Ingrid Bergman y Rossellini en la cumbre de su popularidad e influencia. Comenzaron a trabajar juntos un año más tarde en «Stromboli terra di Dio» («Stromboli, tierra de Dios»), en la isla de Stromboli, en 1950, cuyo volcán entró en erupción durante el rodaje), y en «Europa 51». En 1954, «Viaggio in Italia» («Te querré siempre») completa la llamada Trilogía de Ingrid.

    Esta relación causó un gran escándalo en algunos países Rossellini era católico y estaba casado, como también lo estaba Ingrid Bergman; el escándalo se intensificó cuando comenzaron a tener hijos (uno de los cuales es la actriz Isabella Rossellini). Pero el amor se acaba e Ingrid Bergman regresa a Hollywood, mientras que Roberto Rossellini se une a Sonali Das Gupta, que estuvo a su lado hasta su muerte.
    En los años 50 rueda títulos como «El general de la Rovere», «Fugitivos en la noche», «Viva Italia» o «Alma negra», pero pronto las películas de Rossellini evolucionan del neorrealismo hacia la etnografía y el documental, destacando «India» (1959) con la que descubre La India, país que le dejaría una profunda huella. Se interesa por la naciente televisión y rueda para ella una serie sobre la India, dando así inicio a un trabajo muy abundante para la pequeña pantalla, en donde destaca la serie «Los Hechos de los Apóstoles» y «Sócrates». En 1974 regresa a la gran pantalla con «Año uno», y un año después con «El mesías», que sería su última película.
    Roberto Rossellini fallecería en Roma el 3 de junio de 1977 como consecuencia de un ataque al corazón. La influencia que dejó sobre las nuevas cinematografías europeas de los 60, fue enorme.