El pueblo de Almonacid de Toledo lanza una convocatoria para la construcción de decorados

Parece que esta vez sí, pero toquemos madera. El proyecto maldito de Terry Gilliam «El hombre que mató a Don Quijote», con Adam Driver y Michael Palin, estaría esta vez sí próximo a iniciar su rodaje.

El Ayuntamiento de Almonacid de Toledo, localidad de menos de 900 habitantes próxima a la capital toledana, en Castilla La Mancha, ha lanzado una convocatoria para albañiles, carpinteros, pintores y fontaneros con el fin de que participen en las labores de producción de la tantas veces postergada cinta, que será una producción franco-lusa-española. Es precisamente la compañía de Gerardo Herrero, Tornasol Films, la que precisa de la mano de obra para construir los decorados y ambientación de este proyecto que nació hace casi 20 años y cuya primera filmación naufragó en el año 2000 por el accidente del protagonista Jean Rocheford y otras desgracias más.

Tornasol no ha respondido aún a nuestras peticiones de confirmación de la noticia, pero la oferta de trabajo indica un próximo arranque de las labores propias de la filmación, cuyo último retraso se anunció el pasado octubre, por motivos financieros. El propio Gilliam relacionó aquella enésima cancelación de un rodaje anunciado para septiembre con la falta de liquidez para hacer frente a la inversión, por parte del coproductor portugués afincado en Francia Paulo Branco, quien había asumido el proyecto junto a su colega español Gerardo Herrero.

En declaraciones a la BBC, Gilliam, que tenía comprometida la actuación de Michael Palin, su excompañero en los Monty Phyton, como Don Quijote, Adam Driver («Star Wars») en el rol de un publicista transportado en el tiempo, y Olga Kurylenko como una moderna Dulcinea, dijo en aquel momento: «Tenía a este productor, un tipo portugués, que aseguró que iba a conseguir todo el dinero a tiempo. Y hace unas pocas semanas, demostró que no lo tenía».

No obstante, en las mismas declaraciones a la emisora británica, Gilliam agregó que el proyecto seguía adelante y no estaba muerto. «Moriré yo antes que la película», bromeó.

«El hombre que mató a Don Quijote», coescrita por el propio Terry Gilliam y Tony Grisoni, reune al hidalgo-caballero andante español Don Quijote y a un joven llamado Toby, quien viaja en el tiempo desde la época actual hasta La Mancha del siglo de Oro. Los personajes han pasado por varias hipotéticas encarnaciones. Antes de Palin y Driver fueron el recientemente fallecido John Hurt y Jack O’Connell, y en un elenco anterior Robert Duvall y Ewan McGregor. Si ya nos remontamos al primer intento, los actores originales en el año 2000, cuando se interrumpió el rodaje, eran Jean Rochefort y Johnny Depp.

Aquella filmación fue sacudida por una serie de catastróficas desdichas que dieron lugar a uno de los mejores «unmaking of» nunca vistos: «Perdidos en la Mancha». En ese documental puede verse cómo los técnicos se desesperarán por el modo de trabajar de Gilliam, una mente caótica y genial donde hierve una imaginación desbordante. Además, el equipo de rodaje se enfrentará a una sucesión de desgracias inverosímiles; tendrá que luchar contra estruendosos F16 de la aviación española, tormentas apocalípticas en las Bárdenas y un accidente del actor principal, el francés Jean Rochefort, quien se retorcerá con una doble hernia discal tras cabalgar a Rocinante.

En unas declaraciones en el Festival de Gijón de 2014, el director, escritor y actor estadounidense, único de su nacionalidad en el popular grupo de humor británico Monty Python, comentó: «Cuando se rodó ese documental era la quinta vez que intentábamos llevar a cabo esta película sobre El Quijote, ahora vamos por el séptimo o el undécimo intento de rodarla, ya ni siquiera estoy seguro de cuantas intentonas llevo. La mayoría de los «Cómo se hizo» de las películas suele ser material promocional. En nuestro caso cuando estábamos rodando este tipo de material Jean Rochefort enfermó, y veíamos como la película iba cayéndose por su propio peso, así que le dije a los dos cámaras encargados de rodar el «Cómo se hizo» que siguiesen rodando, que ahí era donde iban a captar la esencia de lo que fue el rodaje».

Así, lo que iba a ser la más ambiciosa producción europea de la época, se fue al garete, y las agencias de seguros tuvieron que abonar 15 millones de dólares, pero se quedaron con los derechos del guión, que tras ardua negociación consiguió recuperar Jeremy Thomas, el productor que hizo exitosa dupla con el italiano Bernardo Bertolucci en éxitos como «El último emperador». No obstante, su empeño por buscar financiación no fructificó y así fue pasando de mano en mano. Hace tres años, el canario afincado en Barcelona Adrián Guerra anunció que lo produciría, pero -según dijo a Audiovisual 451- fue incapaz de lograr que Gilliam redujera sus ambiciones presupuestarias, unos 18 millones de dólares. Las preventas en el pasado mercado-festival en Cannes no debieron ser las esperadas y Paul Branco parece que no consiguió cubrir el dinero necesario para comenzar la producción el pasado otoño.

Almonacid de Toledo es famoso por su castillo, Almenas del Cid, de posible origen árabe. Dice la tradición que fue conquistado por el Cid Campeador en los tiempos del reinado de Alfonso VI, pasándose a llamar Almenas del Cid, nombre que se transformaría en Almonacid y que daría nombre a la población. Esta, pese a encontrarse en la región de La Mancha, no posee molinos de viento, el emblemático decorado de algunas aventuras de Don Quijote, de manera que es posible que deban construirse para el rodaje.