«Los Gondra”, de Borja Ortiz de Gondra, estrenada en el Valle Inclán, del Centro Dramático Nacional, es uno de los acontecimientos teatrales de la temporada

«Los Gondra”, de Borja Ortiz de Gondra (Bilbao, 1965) ha sido uno de los impactos teatrales de la cartelera madrileña durante esta temporada. La obra, que se representa en el teatro Valle Inclán de Madrid, recorre cien años de historia del País Vasco, a través de la historia de la familia del autor, en cuatro épocas (2015, 1985, 1940 y 1898) y contiene una reflexión desde las guerras carlistas a los atentados de ETA con un resquicio de esperanza al final.

En «Los Gondra” hay una escena estremecedora: cuando una joven radical dibuja en la pared de un frontón una diana con el nombre de un primo suyo para convertirlo en objetivo del terror. Y otra en la que un hermano tirotea a otro en el tiempo de las guerras carlistas. Y todo ello conduce al espectador a una reflexión: el País Vasco no encuentra la paz y es víctima de la violencia desde hace decenas de años. Borja Ortiz de Gondra ha conseguido un enorme respaldo como dramaturgo con esta obra, estrenada en el Centro Dramático Nacional. «Los Gondra” se une a otras ficciones que actualmente están incentivando la reflexión en torno al conflicto vasco, como «Patria”, la colosal novela escrita por Fernando Aramburu. Borja Ortiz de Gondra ha dicho: «Un escritor habla de lo que le duele, y a mí lo que me duele es en qué medida el perdón exige el olvido”. Porque esa tesis, perdón-olvido, recorre toda la obra. Con numerosas frases alusivas. «Hay que empezar a perdonar”, dice un personaje. Y otro le responde: «Para perdonar antes hay que pedir perdón”. Y otra: «No se puede perdonar a quien no se arrepiente”.

«Los Gondra”, montaje dirigido por Josep María Mestres, cuenta con 12 actores que representan a 30 personajes. Hay un juego metateatral en la obra. Borja Ortiz de Gondra se representa a sí mismo, aparece en el escenario el como autor de la función. Y habla con los personajes. En una escena de tono onírico su madre le recrimina: «Nunca serás un Gondra. Y no sigas escribiendo esta obra”.

Entre los intérpretes destaca Marcial Álvarez, actor del que se recuerda su trabajo en la serie televisiva «El comisario”, que aquí acierta, sobre todo, en la interpretación del sacerdote, una figura tan tradicionalmente importante en la sociedad vasca. Y la gran Sonsoles Benedicto, que tiene voz, talento y veteranía interpretativa. «Los Gondra”, insistimos, supone una descomunal y necesaria reflexión sobre el País Vasco. Una obra sobre el odio y el perdón. Un bálsamo de palabras en medio de heridas nunca curadas.