Una acelerada crónica de la corrupción política en una comunidad autónoma

«El reino» ha sido la gran película de la competición de este sábado 22 de septiembre en la 66 edición del Festival Internacionsal de Cine de San Sebastián. Se trata del cuarto largometraje de Rodrigo Sorogoyen («Que Dios nos perdone»), primero de los cuatro títulos españoles de la competición. Un recital interpretativo de Antonio de la Torre, que está en todos los planos del filme.

La película sigue a Manuel (De la Torre), un influyente vicesecretario autonómico que lo tiene todo a favor para dar el salto a la política nacional, observa cómo su perfecta vida se desmorona a partir de unas filtraciones que le implican en una trama de corrupción junto a Paco, uno de sus mejores amigos. Mientras los medios de comunicación empiezan a hacerse eco de las dimensiones del escándalo, el partido cierra filas y únicamente Paco sale indemne. Manuel es expulsado del reino, señalado por la opinión pública y traicionado por los que, hasta hace unas horas, eran sus amigos. Aunque el partido pretende que él cargue con toda la responsabilidad, Manuel no se resigna a caer solo. Con el único apoyo de su mujer y de su hija, y atrapado en una espiral de supervivencia, Manuel se verá obligado a luchar contra una maquinaria de corrupción que lleva años engrasada y contra un sistema de partidos en el que los reyes caen, pero los reinos continúan.

Junto a Antonio de la Torre, en el reparto están también Bárbara Lennie, Mónica López, José María Pou, Nacho Fresneda, Ana Wagener y Luis Zahera. Sin citar el nombre de ningún partido político y en que Comunidad Autónoma sucede todo (aunque, aunque Sorogoyen no haya querido pillarse los dedos, todo es muy fácil de adivinar), rodada en gran parte cámara en mano, es una acelerada historia sobre como las mordidas, ls cobros en B y la corrpción se ha filtrado hasta la médula de la agruñpación política del protagonista. La película posee un interesante quiebro en la última media hora cuando el protagonista acude al plató de una televisión privada a denunciar, aportando pruebas, la corrupción dominante, que la periodista, estrella mediática de la cadena intenta soslayar para centrarse el la corrupción del propio personaje, ante lo que este denuncia el grupo de comunicación que el canal tiene detrás y cómo el propio consejo de administración también está implicado en el caso. La película está coproduccida por Atresmedia y es fácil sacar conclusiones.

Rodrigo Sorogoyen estudió en la Escuela de Cine y Audiovisuales de la Comunidad de Madrid y comenzó su carrera profesional como guionista en series de televisión. Con 25 años codirigió «8 citas», su primer largometraje. Su siguiente película, «Stockholm» (2013), financiada a través de crowdfunding, obtuvo tres premios en el Festival de Málaga, tres medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos, un premio Feroz (Mejor Película) y un Goya (Mejor Actor Revelación). Con «Que Dios nos perdone» (2016) ganó el Premio del Jurado al Mejor Guión en San Sebastián y el Goya al Mejor Actor (Roberto Álamo).