EL ACTOR INTERPRETA AL JEFE DE LA BANDA DE CARTERISTAS Y JUEGA CON UNA CIERTA AMBIGUEDAD SEXUAL

La obra, compuesta por Lionel Bart y estrenada en Broadway en los años 60, es una recreación de la producción de Sam Mendes de 1994 a cargo de Rupert Goold, que se representa en el Theatre Royal de la capital británica.
Aunque el Fagin de Rowan Atkinson es un personaje cómico, el actor le confiere un cierto lado siniestro, jugando también con la ambigüedad sexual de esa figura, siniestro jefe de una banda de chicos carteristas en el Londres victoriano.
La producción original de «Oliver!» se estrenó en el West End en 1960 y se representó en 2.618 funciones en seis años, convirtiéndose en el musical que más ha estado en cartelera en la capital británica. Pronto saltó al cine de la mano de Carol Reed en 1968, con Oliver Reed interpretando a Fagin.
Aunque el estreno oficial de la obra fue este miércoles día 14, previamente ya se habían vendido por anticipado entradas por un total de 15 millones de libras (16.6 millones de euros), con lo que superó en 3 millones el anterior récord de «Dirty Dancing», en el 2006.
15 años llevaba el productor intentando convencer a Atkinson para que hiciese el papel de Fagin y volviese así a un teatro comercial tras veinte años de ausencia de los escenarios, cosa a lo que el actor ha acabado accediendo, con espléndidos resultados.
El musical está dirigido por Rupert Goold, que ganó en el 2008 el premio Olivier al mejor director por «Macbeth», de William Shakespeare. El interés del público se despertó gracias a un programa de búsqueda de talentos de la BBC, «I’d Do Anything», cuyo jurado, en el que figuraba el famoso compositor de musicales Andrew Lloyd Webber, eligió a tres niños para hacer el papel de Oliver. La función de gala del estreno le correspondió representarla a Harry Stott. Por votación popular se eligió a una cantante de Blackpool, Jodie Prenger, que se había limitado antes a actuar en cruceros, para que encarnase a la prostituta, Nancy, papel en el que brilla igualmente.