BASADO EN LA NOVELA homónima de Innuck Roda, habla sobre como nadie puede escapar de los fantasmas del pasado

«El cura y el veneno», filme basado en la novela de título homónimo de Innuck Roda, se rueda estos días en Mallorca bajo la dirección de Antoni Caimari. La trama arranca arranca con un crimen en una fiesta lujosa en la Embajada Francesa de Madrid. En esos momentos, Felipe, un modesto cura y profesor de un colegio religioso, se ve implicado en los hechos de forma inesperada y, a raíz de su propia investigación, se verá enfrentado a su pasado.

El reparto está integrado por el mexicano Carlos Gascón, Vanessa Conde, Javier Almeda, Emma Caballero, Tommy Zandali, Jihad Abdo, Pilar Roman, Viviana Greco, José S. Isbert, Ruben Batalla, Jose Torresma, Mariano Romero, Diego Mira y Elisa Mouliaá.
«El cura y el veneno» es un largometraje de supense que muestra de forma vívida el conflicto de conciencia existente entre el bien y el mal que posee todo ser humano por el mero hecho de serlo. En él aparece el veneno como símbolo del pecado y del mal, un veneno que insufla a las personas de desesperación y miedo, absorbiendo tanto su felicidad como sus vidas. En este mundo plagado de odio, amor, miedo, celos, muerte e inseguridad se encuentra el cura Felipe, que debera elegir el camino correcto sin dejarse llevar por su propio veneno interior, luchando por esclarecer la verdad.
La acción se inicia con Una fiesta lujosa en la Embajada Francesa de Madrid que se convertirá en el escenario de un crimen mortal. Las circunstancias misteriosas que rodean la muerte de un hombre influyente acaban convirtiendo a algunos de los propios invitados en sospechosos de asesinato. El crimen que, a primera vista, parece ser resuelto, empieza a tomar un movimiento serpentino que, poco a poco, ira destapando secretos guardados y deseos ocultos, poniendo de relieve las manifestaciones del veneno interior que todos llevamos dentro. Felipe, un modesto cura y profesor de un colegio religioso, se ve implicado de forma inesperada en tales acontecimientos en los que el poder manda y el engaño impregna lo cotidiano. Forzado a iniciar una investigación al margen de la ley, Felipe se hunde en un mundo oscuro donde se topara, cara a cara, con sus propios demonios que han regresado de un turbio pasado.
Su director Antoni Caimari busca dar cuerpo y profundidad a los personajes para mostrar la complejidad humana, con todos sus conflictos internos, y lo hace de tal modo que sumerge al espectador en ese mundo de identificacion con todos y cada uno sus sentimientos. El personaje principal mostrará que no se puede escapar de los fantasmas del pasado, que uno mismo siempre ha de saldar sus deudas. ¿Hasta que punto estará dispuesto a actuar para curarse de su veneno y lograr la paz interior?
Se trata de un largometraje de bajo presupuesto (324.000 euros) con 5 semanas de rodaje en localizaciones de Mallorca que, con reminiscencias propias del clasico cine negro, busca una estética fuertemente expresiva y una estilización visual impactante para crear una atmósfera difusa, oscura, donde las apariencias engañan y la desconfianza reina. El director busca que los espectadores se vean sumergidos en un mundo de misterio y una maraña de intriga y conflicto hasta llegar a la resolucion menos esperada.