El dominical británico elige 10 momentos gloriosos e inolvidables del festival francés

En mayo de 2.006 y en el Festival Internacional de Cine de Cannes, el elenco femenino al completo de «Volver», de Pedro Almodóvar, se hizo con el premio a la mejor actriz «much to the anger of Penélope Cruz» («para mucho enfado de P.C.») , según asevera el prestigiado escritor cinematográfico Jason Solomon de «The Observer», el diario dominical de «The Guardian». Cuando apenas quedan nueve jornadas para el comienzo del Festival de Festivales, periodistas, críticos y bloggeros afilan sus lápices, anuncian «porras», barajan premios de antemano y escogen sus momentos favoritos. Es el caso de Solomon, que ha elegido diez instantes gloriosos e inolvidables.

Solomon escoge también el inesperado premio por «Linha de Passe» (Walter Salles) a su actriz Sandra Corveloni, quien ni supo del premio ni pudo recogerlo al hallarse en coma en un hospital brasileiro. En 1987, Solomon recuerda que todo el Palais se vino abajo con los abucheos cuando Maurice Pialat recogió su Palma de Oro por «Sous Le Soleil de Satan», con Gérard Depardieu. El director mostró el dedo a la audiencia y definió: «A los franceses no les gusta ganar. C’est tout». Pasaron 21 años hasta que Francia volviera a ganar el premio supremo por «Entre Les Murs», de Laurent Cantet (2009).

La crítica se mostró unánime: «The Brown Bunny», de Vincent Gallo, fue elegida la peor película de la Historia del certamen. El autoindulgente film, con felación real a Gallo a cargo de Chloë Sevigny incluída, fue vilipendiado y el director y protagonista definió al crítico Roger Ebert, que la había masacrado, como «cerdo gordo». Ebert escribió como réplica: «en diez años, habré adelgazado. El señor Gallo seguirá siendo el director de «The Brown Bunny»». Como «revuelvetripas», Solomon elige «El imperio de los sentidos» (1976), toda «Reversible», de Gaspar Noe, con Bellucci y Cassel como cómplices. Y sobre todo, el pasado año, el momento en que Charlotte Gainsbourgh se cercenaba el clítoris con unas tijeras roñosas en «Antichrist», de Lars von Trier. El consiguiente pateo fue escuchado en las antípodas.

El cierre de Cannes en mayo de 1968 a manos de Godard, Truffaut, Polanski, Lelouch, Forman y Malle; la revelación del biquini a cargo de Brigitte Bardot en las arenas de la Croisette en 1953 y el del sujetador de conos de Jean Paul Gaultier para Madonna en las escaleras rojas de el Palais en 1991, son otros de los momentos elegidos. Aunque el supremo, el favorito de Solomon, es el estreno del «mankini» (monoquini masculino) de Sacha Baron Cohen en la piel velluda de Borat en la playa de la Croisette. El recuerdo de su color verde lima y la exaltación de la virilidad de su portador, «con su inocente sonrisa, los pulgares hacia arriba y la ostentación genital…fue el mejor y mayor golpe publicitario del festival». Ocurrió en 1996, el año del enfado de la bella de Alcobendas.