Tras su último escándalo, el actor ha dejado ya varios «cadáveres» a su alrededor

Aparte de sí mismo, víctima número uno de sus desmanes, una vez más, Charlie Sheen ha dejado varios «cadáveres» a su alrededor tra su último escándalo, para desesperación de su padre, Martin Sheen -a punto de estrenar «The Way», que inoportunidad- y su exesposa y madre de sus dos hijas, Denise Richards, guapa pero bastante boba, como pude comprobar en un rodaje español de Bond hace varios años ya.

Aparte de sí mismo, víctima número uno de sus desmanes, una vez más, Charlie Sheen ha dejado varios «cadáveres» a su alrededor tra su último escándalo, para desesperación de su padre, Martin Sheen -a punto de estrenar «The Way», que inoportunidad- y su exesposa y madre de sus dos hijas, Denise Richards, guapa pero bastante boba, como pude comprobar en un rodaje español de Bond hace varios años ya.
De hecho, Richards fue testigo involuntario del comienzo de la aciaga noche, abandonando la cena incluso antes de que le sirvieran el primer plato. A la cena que convocó Charlie, tras haber llevado a sus dos hijas Sam y Lola el día anterior a una tediosa representación de 3 horas del musical edulcorado «Mary Poppins», acudieron su asistente personal y Richards. Charlie, se presentó inopinadamente con una prostituta que prefiere denominarse actriz (de cintas pornográficas), que se hace llamar artísticamente Capri Anderson (nacida Christina Walsh). Las víctimas de la noche en la que la policía dió a elegir a Sheen cárcel o evaluación psiquiátrica -eligió la segunda- son varias:

– En Nueva York, el restaurante Daniel, donde comenzó el desastre. Sheen bebió varias botellas de vino francés, a 5.900 dólares la pieza: Grand Vin de Chateau Latour 1959 -a ver quién pide ese vino, vistas las consecuencias-, que mezcló con Martinis. Richards se alteró cuando su ex marido y la tal Capri hacían reiteradas visitas al WC. Capri volvía muy animada hasta que Charlie no regresó. Un camarero se lo encontró desnudo esnifando cocaína fuera de sí. Le ayudó a vestirse y le envió al hotel.

– El Hotel de lujo Plaza, donde Catherine Zeta-Jones planea renovar sus votos con el agonizante Michael Douglas. Carísimo y exclusivísimo, Sheen conoció a Capri en la barra del bar, donde se animaba para acudir a la cena. Que admitan a «actrices» de baja ralea le va a costar bastantes clientes y fiestas exclusivas. Sheen destrozó la suite de lujo cuando creyó que Capri le había robado la cartera y su ostentoso reloj. La violencia fue tal que ella se encerró, desnuda, en el cuarto de baño, temiendo por su vida. Fueron los vecinos, alarmados por lo que calificaron de «gritos de primate», los que llamaron a la policía.

– La tal Capri, a la que le van a faltar contratos. No va a pasar nada porque su curriculum vitae incluye títulos como «No me digas que eres lesbiana». De todos modos, como profesional de la calle le va bien. Es notorio, que Sheen comenzó el follón en los lavabos cuando le exigió sexo y ella le pidió 12.000 dólares por el servicio. Él se negó.

– La serie «Two and a half Men», de orientación familiar. La CBS sabe que su audiencia y sus hijos están alterados por el escándalo. De gran éxito, Charlie cobra 1.200.000 de las antiguas pesetas por capítulo. Con eso le paga el divorcio de 1.5 millones de dólares a su tercera ex, Brooke Mueller, madre de Max y Bob, a quien atacó con un cuchillo en la gargante la pasada Navidad. Se ve que se le tragantaron los villancicos.

– Su asistente, Mark Burg, el que le vistió en los lavabos. Que es productor de la serie. Si Sheen se acaba, que está en ello, a ver quién le contrata.

– La marca de coches Mercedes Benz. Hace unos meses, cuando todo iba «sobre ruedas», el Mercedes de Sheen apareció abandonado en un barranco de Mulholland Drive, destrozado y vacío, a 4 kilómetros de la mansión de Sheen. El adujo que se lo habían robado porque se había dejado las llaves puestas.

La lista es interminable, pero todo indica que el alcohol y las drogas se han cobrado la carrera de la segunda víctima este año, tras Mel Gibson, recién despedido, sin haber empezado a rodar de la secuela del fenómeno «Resacón en Las Vegas». Descansen en paz. Y que vuelvan a rehabilitación.