”El loco de los balcones” estará protagonizada por José Sacristán

Mario Vargas Llosa es un hombre elegante, como en su escritura. El pelo blanco, blanquísimo, la quietud de la sonrisa, la mirada sosegada, el traje oscuro, y esa serenidad al andar como de embajador británico de novela del siglo XIX. Porque Vargas Llosa, tan castellano con la estilográfica, es un hombre eminentemente anglosajón en su estilo de vida: Por eso jamás podría haber ganado las elecciones en Perú, aquel empeño suyo del año 1.990, que nos devolvió a un posible político derrotado, pero conservamos a un escritor sublime.

Recuerdo ahora al novel Vargas Llosa, la lectura de «Los cachorros», «Los Jefes», muy a principios de los años 80, libros de los que conservo más la memoria de las sensaciones que de la sintaxis que, desde luego, era exquisita. Y algunas de sus obras ensayísticas, como «El lenguaje de la pasión» o «La verdad de las mentiras», una compilación del autor sobre un conjunto de novelas que él considera imprescindibles.

Decía Faulkner: «Un novelista es un hombre que oye voces, lo cual lo asemeja a un demente”. Mario Vargas Llosa se halla en las antípodas de esa reflexión. Se trata -por lo que se lee de él- de un hombre equilibrado en su vida y en su obra. Con la escritura, eso sí, como elemento salvador. Se lo dijo en cierta ocasión a Juan Cruz: «La literatura, escribir, es mi manera de vivir, como decía Flaubert. No tendré otra cosa, con sus sumas y sus restas, esa es la felicidad de mi vida”.

En otra ocasión, Mario Vargas Llosa escribió que «la literatura pone orden al caos de la vida”. La literatura, pues, como núcleo de la vida, como ocurre con todos los grandes escritores.

Vargas Llosa fue en 1996 presidente del Jurado del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. Su irrupción en las salas cinematográficas despertaba siempre mucha más expectación que la película y, por supuesto, que la llegada de los actores protagonistas o del director de la cinta. Y Mario Vargas Llosa nos ha dejado una frase definitiva: «Escribo para huir de la pena”. Evidentemente, una persona que formula una reflexión así merece el Premio Nobel de Literatura.

En septiembre, una pieza teatral de Mario Vargas Llosa vuelve a las tablas del teatro Español de Madrid. Un estreno que se aguarda con impaciencia. Se trata de «El loco de los balcones”, pieza que estará protagonizada por el gran José Sacristán, otro atractivo para el montaje. Esta es la tercera producción de Vargas Llosa en el teatro Español, tras «La Chunga” o «Kathie y el hipopótamo”.