Un documental sobre el imperio mediático de Silvio Berlusconi

El director Erik Gandini, nacido en Italia pero residente en Suecia, ha causado un gran revuelo en el Festival de Venecia con la presentación del documental «Videocracy», sobre el imperio mediático creado por el presidente de Italia Silvio Berlusconi, que a su vez ha favorecido su carrera política. La proyección de «Videocrazy», dentro de las Jornadas de los Autores y la Semana Internacional de la Crítica, ha arrasado en su primera proyección, obligando a la celebración de una sesión adicional.

Gandini dice que ha realizado la película, coproducción entre Suecia y la danesa Zentropa, la productora de Lars Von Trier, en principio para sus amigos suecos. «Solían reirse de Italia”, ha declarado en la rueda de prensa. «Pero quería mostrarles que no había nada de lo que reirse. De hecho, han dejado de reirse. Cuando se estrenó «Videocracy» en Suecia, fue elegida como «la película de terror del año”, dice divertido.
Para los extranjeros, la televisión italiana, con sus innumerables mujeres semi-desnudas, es algo difícil de digerir. Según Gandini, la cultura de las «velinas”, dichas mujeres, que deben bailar pero nunca hablar, comienza en un aparentemente inofensivo programa de mediados de los 80. Se trataba de un concurso, en el cual una serie de amas de casas tenían que desnudarse si los participantes acertaban las respuestas. «Solíamos bromear sobre este programa. Era ridículo. No sabíamos que estábamos viendo el futuro”, ha explicado Gandini.
Poco después, Berlusconi fundó la primera televisión privada del país, cuya programación consistía en pequeñas variaciones del mismo tema, con la idea de llevar algo de diversión y alegría a Italia. Sin embargo, a lo que dio lugar, según Gandini, es a «una cultura de la banalidad que parece inocua, pero que no lo es. Es una fuerza peligrosa. Esta cultura televisiva creó Berlusconi y le puso donde se encuentra hoy día”.
«Videocracy» muestra momentos de algunos de estos programas, pero sobre todo se fija en tres personajes. Ricky, un joven que sueña con alcanzar la fama en televisión gracias a su dotes como cantante y bailarín. Lele Mora, el agente de televisión más importante de Italia, fascista declarado, y Fabrizio Corona, un paparazzi sin escrúpulos que ha dado lugar a un nuevo negocio. Además de ofrecer fotos escandalosas a las revistas, las vende a los directos interesados, que pagan ingentes sumas para evitar su publicación (por ello, Corona ha cumplido una condena de 80 días en prisión por extorsión).
El hecho de que Gandini haya podido hablar tan fácilmente con Mora y Corona es característico de esta industria que según el realizador está monopolizada. «Tampoco fue difícil rodar dentro de los estudios de televisión”, ha explicado. «Este mundo consiste en el exhibicionismo. Funciona así. Les gusta tener visibilidad en el extranjero, cualquier tipo de visibilidad”.
Lo que se evidencia es una cultura con pocos límites y escasa moral, donde cualquier acción, una vez que llega a la televisión, es absorbida y justificada de modo inmediato (como ha pasado recientemente con los escándalos sexuales de Berlusconi). Esta problema está en la base del poder de la televisión, que glorifica el sensacionalismo a través de la televisión, con frecuencia tapando asuntos mucho más importantes.
«Videocracy» ha costado 600.000 euros y acaba de ser estrenada en Italia de la mano de Fandango. El tráiler de la película no será emitido en la televisión, tanto en las cadenas de Berlusconi (Mediaset) como en las públicas (Rai). Lo cual, en Italia, no sorprende a nadie.