El director se ha encargado del segmento final de la obra de Giacomo Puccin, mientras que William Friedkin se resposabiliza de las dos primeras

Woody Allen, entre otras cosas, es conocido por su odio africano a la ciudad de Los Angeles, y su amor por el jazz y la ópera. Con «Conocerás al hombre de tus sueños» en nuestras pantallas y otra película rodada, «Medianoche en París» -sin Elsa Pataky- el director neoyorquino de «Annie Hall» no se ha podido resistir a la natural seducción que ejerce el madrileño Plácido Domingo, director de la Los Angeles Opera.

Domingo llevaba años tentando a Allen: que compusiera la historia para unas partituras de John Williams, encargando a algun escritor que compusiera un libreto a partir de historias del director o que él mismo eligiera libremente qué ópera querría dirigir, con entera libertad. Ningún proyecto llegó a buen puerto.

Finalmente, Domingo le tentó con la ópera más divertida de Giacomo Puccini «Il Trittico» («El tríptico») dividida en tres historias. Allen se ha encargado de la pieza final, «Gianni Schicchi». Pero el regalo a los angelinos no acaba ahí. Las dos primeras obras, «Il Tabarro» y «Suor Angelica» están a cargo de William Friedkin.

Las críticas han sido memorables. Friedkin ha erigido dos clásicos, llenos de grandeza y belleza, a partir de unas historias anticuadas. Mientras que la pieza de Allen «es un bombazo. Allen se definió hace días a Los Angeles Times «como no la más grande elección del mundo» y definió a «Il Trittico» como más divertida que «Tosca» y menos que «Sopa de ganso».

La producción ha corrido a cargo de Santo Loquasto, habitual de Allen. La iluminación, de Mark Jonathan y el barítono Thomas Allen canta para Allen, que ha resituado la acción en Florencia en 1960. La ópera se estrenó en el Metropolitan neoyorquino en 1918. Este es un gran triunfo personal y artístico para Domingo, Allen y Friedkin.