Estrena en Holanda «Rampant», de Oren Moverman, que compitió en el pasado Festival de San Sebastián

Woody Harrelson ama los canales, la cultura de la bicicleta, las calles por las que perderse y los coffee shops. Ha visitado en numerosa ocasiones la ciudad, de incógnito, y le gusta perderse. Ahora ha aprovechado para promocionar «Rampant», que se estrenará aquí el próximo día 23, acerca de un policía angelino, que ha dirigido Oren Moverman, con quien el actor hizo la dura «El mensajero».

u mejor amigo, el actor Owen Wilson, ha dicho de él: «se ha convertido una figura querida de nuestra cultura, la gente se le acerca como si fuera un viejo amigo».
Han pasado muchos años en que fuera descubierto como el desorientado camarero Woody Boyd, de Hanover, Indiana, en el pub «Cheers». Fue un asesino maníaco en «Asesinos natos» («Natural Born Killers»), un caliente pornógrafo en «El escándalo Larry Flynt» (que le valió el Oscar al actor de reparto) y se ganó de nuevo una nominación por «El mensajero». Y qué decir de su trabajo en «Bienvenidos a Zombieland», junto al entonces desconocido Jesse Eisenberg. Incluso trabajó en el cine español en «Transsiberian», de Brad Andersson, en 2008. Se habla de una nueva nominación por «Rampart», en que es una máquina implacable de venganza, asaltando y asesinando en una ciudad que considera imposible de redimir.

Escrita a cuatro manos por Moverman con James Ellroy, un autor de densas novelas góticas llenas de crímenes, presenta al oficial Brown, profundamente paranoico, que sacrifica principalmente a sus dos mujeres -divorciado de ellas, hermanas- y sus hijos, a los que tortura en su propio camino al infierno. En una rueda de prensa en un hotel de la Rozenstraat y preguntado acerca de un potencial segundo Oscar, dijo honestamente: «No creo que haya un actor honesto que no quiera ganarlo, pero éso no me guía. Quiero que la gente vea una película con un freak verdadero. He estado en películas tan buenas que nadie ha visto…es un mal sentimiento».
Practicante de yoga y vegetariano, a sus 50 años, es un hombre profundo y concienciado. Habla de cine, política, las guerras («guerras del petróleo», las llama) en conversaciones en las que menciona a William Blake o Carl Jung. Vive con su mujer, Laura Louie, y tres hijas en Maui, en plena naturaleza, muchas veces sin ropa. Practica el surf y cuida su jardín. Confesó sus dudas en interpretar a un policía. Ha sido arrestado en varias ocasiones por su lucha a favor del medio ambiente y defensa de la marijuana. Su padre murió en la cárcel por haber aceptado el trabajo de matar a un juez.
«Rampant», que compitió en el pasado Festival de San Sebastián, está protagonizada junto a Harrelson por Ice Cube, Ben Foster, Sigourney Weaver, Robin Wright, Steve Buscemi, Cynthia Nixon, Anne Heche y Ned Beatty, pero pesa enteramente sobre sus hombros y vale la pena comprar la entrada en el cine cuando se estrene. No hay que olvidar que fue muerto por Javie Bardem en «No es país para viejos».