un thriller de acción sobre un agente extranjero que se ve envuelto en una turbia trama de traición y lealtades rotas

Barba canosa nada favorecedora (a lo Brad Pitt) tan sólo con 49 años, camisa a cuadros digna de cualquier trabajador de la construcción, ojeras pronunciadas…ése es el aspecto que Antonio Banderas luce en el plató barcelonés de «Knockout», la nueva película que Steven Soderbergh («Sexo, mentiras y vídeo», «Traffic», «Solaris», «Ocean’s Eleven») rueda en la capital catalana. La prensa británica, tan dada a destruir reputaciones, proclama que el malagueño ha perdido definitivamente, el aura de símbolo sexual con el que se le coronó en Hollywood tras su llegada para rodar «Los reyes del mambo».

En la edición de hoy del temible tabloide «Daily Mail», Britney Spears luce una papada enorme además de pelo enmarañado en moño, Kate Moss muestra enorme resaca al salir de madrugada de una de las fiestas de la London Week Fashion, las hijas de sir Bob Geldof tratan de llamar la atención enseñando su ropa interior y tatuajes y la indispensable Liz Hurley de nuevo, revela sus legendarios pechos a través de un sari transparente. Lejos del periodismo amable de antaño, la prensa sensacionalista parece empeñada en mostrar a las celebridades perdiendo el equilibrio por culpa del alcohol o colapsando en asientos traseros de taxis londinenses. excesos de Amy Winehouse son ahora aptos para cualquier jardín de infancia.

Antonio Banderas no es una excepción, incluso manteniendo unas relaciones prístinas con los medios de comunicación, como es su costumbre. Banderas, feliz con el Goya al corto de animación que ha producido, no se deja amilanar. Ya hace dos años y en Berlín por su «El camino de los ingleses», los tabloides alemanes proclamaron el fin de su reinado como latin lover por su excesiva pérdida de peso. Es ahora, la canosa barba y cabellera la culpable. Pero, todo responde a necesidades del guión.

En el thriller de acción «Knockout», Antonio Banderas interpreta a un agente extranjero (cortesía de su inconfundible acento, del estilo del de Penélope Cruz o Maribel Verdú -«Tetro»-) que se ve envuelto en una turbia trama de traición y lealtades rotas en la que se ve envuelta una agente de seguridad, rol que ha caido en el primer papel interpretativo de la luchadora de artes marciales Gia Carano. Ella es Mallory Kane, una agente de seguridad de élite que a lo largo de un servicio descubre que sus empleadores y jefes gubernamentales la han traicionado en beneficio de la seguridad nacional. Una atmósfera de paranoia digna de los «thrillers» políticos de los años 70.

El reparto está plagado de grandes nombres y Dennis Quaid ha sido a última hora sustituído por el excelente Bill Paxton, en el rol del padre de la agente Kane. Junto a Banderas, Ewan McGregor en su mejor momento desde hace años, el operadísimo Michael Douglas, el ascendente Channing Tatum (que con la lacrimógena «Dear John» desbancó a «Avatar» del número uno de la taquila norteamericana tras siete semanas de reinado), Michael Fassbender (triunfador de «Fish Tank» e «Inglorious Basterds»), Michael Angarano y el inevitable Matthieu Kassovitz, que pondrá al servicio del director sureño de «The Informant!» sus conocimientos de karateka.

La película ha sido escrita por Lem Dobbs y significa un paso más de Banderas en un cine de mayor calidad, lejos de los títulos comerciales con que asentó su fama de conquistador de celuloide. El actor se concentra en este rodaje y en preparar su asistencia anual a la Semana Santa malagueña en la que se verá escoltado por su segunda mujer, la actriz Melanie Griffith, recién salida de una desintoxicación por adicción a los «quitapenas» de prescripción médica, una auténtica plaga en Hollywood y responsable de las recientes muertes de Heath Ledger, Michael Jackson y Brittany Murphy.

Además, Woody Allen espera este verano en Londres a Banderas para el rodaje de «You Will Meet a Dark Tall Stranger», en la que compartirá reparto con estrellas del voltaje de Naomi Watts, Josh Brolin, la bellísima Freida Pinto en una carrera comenzada con «Slumdog Millionaire» y sir Anthony Hopkins. El último fichaje del film de Allen ha sido Owen Wilson, una vez superadas sus adicciones y probable intento de suicidio. Los cotilleos vendrán servidos en bandeja, ya que la primera y operadísima dama francesa, Carla Bruni-Sarkozy interpretará un pequeño papel.

Cuando finalice el rodaje, Soderbergh se lanzará al del próximo, «Contagion», uno de virus mortales. Contará con el actor más demandado del momento, Matt Damon, Gwyneth Paltrow, Laurence Fishburne, las oscarizadas Kate Winslet y Marion Cotillard y el recuperado Jude Law. Producida por Soderbergh en alianza con los estudios Warner Brothers y escrita por su guionista habitual Scott Z. Burn, la película contempla una trama múltiple mientras en el planeta se extiende una pandemia mortal. La realidad imita al arte o viceversa. Se rumorea que Soderbergh planea «cameos» de lujo a cargo de Jack Nicholson, Meryl Streep, Harvey Keitel y Robert De Niro. Tanto «Knockout (algo así como «Fuera de combate») y «Contagion» tienen previsto sus estrenos en 2011.

Es entonces cuando Soderbergh, en uno de sus característicos saltos al vacío, comenzará el rodaje de un drama musical y romántico titulado «Cleo» y en el que abordará, cortesía del guión de James Greer, los amores de la reina de Egipto Cleopatra y el general romano Julio César. Pese a carecer del apéndice nasal requerido, Cleopatra será interpretada por Catherine Zeta-Jones, quien trabajó embarazadísima para el director en «Traffic». Zeta-Jones interpreta estos días en los teatros de Broadway el musical «A Little Night Music». El enamorado Julio César de antes de los «idus de marzo» ha caído en las expertas manos de uno de los grandes actores británicos, Ray Winstone. Soderbergh también produce y la sorpresa y diversión están garantizadas, aunque para el estreno habrá que esperar a 2012.