El Festival presenta en competición una película del director, dramaturgo, escritor y actor holandés Alex van Warmerdam

«Borgman», presentada este domingo 19 de mayo en la competición del Festival de Cannes, ha dejado un buen sabor de boca. La película estáv firmada por el director, dramaturgo, escritor y actor holandés Alex van Warmerdam, sigue a un hombre que surge en las calles tranquilas de una periferia acomodada para golpear en casa de una familia burguesa. Interesante metáfora de como el mal se intruduce en esta familia, aunque con un desenlace decepcionante.

«Borgman» es la primera película holandesa en Competición desde 1975. A excepción de Paul Verhoeven, quien trabaja actualmente en Estados Unidos, las noticias cinematográficas de ese pequeño país son más bien escasas. Por otro lado, Alex Van Warmerdam no solo se dedica al cine. También es pintor, autor y director de teatro y escritor. De modo que en casi 30 años de carrera «apenas» ha realizado 8 largometrajes, entre los que se cuenta la pelicula de culto «Los norteños», que causó un gran efecto cuando fue estrenada en 1992: «asombrosa», «inenarrable, loca y divertida». Su tercera película, «The Dress», también tuvo una excelente acogida y obtuvo el premio de la Crítica Internacional en el Festival de Venecia en 1996. Van Warmedam fue también el director de «Grimm», que tratogonizaron Carmelo Gómez y Elvia Mínguez, cuyas imágenes trasladó el cineasta a una de sus exposiciones fotográficas.
Alex Van Warmerdam suele ser comparado con Buñuel, Tati y Kaurismaki, debido a su universo absurdo e insólito. Según el cineasta, «Borgman» es mucho más sombría que sus películas anteriores. «Quería sumergirme en una región oscura y desconocida de mi imaginación para ver que podía encontrar». Y encontró a Borgman: un hombre que toca a la puerta de una familia acomodada y pide que le permitan darse un baño. ¿Quién es? ¿Un sueño, un demonio, la encarnación de nuestros miedos? El espectador deberá encontrar él mismo las respuestas, ya que Alex Van Warmerdam ha querido hacer una película abierta a la interpretación, una película que plantea más preguntas de las que responde.