ROSAR AGUILAR DIRIGE SU SEGUNDA PELÍCULA CON PROTAGONISMO DE LAILA MARULL, EMILIO GUTIÉRREZ CABA Y BRUNO TODESCHINI

La cineasta catalana Roser Aguilar («Lo mejor de mi») filma en la provincia de Barcelona y en Valencia su segunda película, «Brava», protagonizada por Laia Marull, Emilio Gutiérrez Caba, Bruno Todeschini, Sergio Caballero y Francesc Orella. La película trata sobre esta especie de anestesia generalizada que la sociedad occidental moderna genera en los individuos.

Se centra en el vacío personal de una mujer joven que sufre y presencia una agresión brutal que la obliga a buscar recursos para recuperar cierto equilibrio interior. Plantea la necesidad de reencontrarnos con quien somos profundamente. En palabras de su directora, «Brava» quiere ser «un alegato a favor de la esperanza y de la necesidad de confiar para volver a estar vivos».

A pesar de la reciente muerte de su madre, la vida de Janine parece ir muy bien. Pero todo se desmorona cuando un día sufre un asalto en el metro y presencia una agresión una menor. Janine queda atrapada entre la culpa y el miedo. Ya nada volverá a ser igual. Se aleja de su pareja, trata de huir de su tormento interior y se marcha al pequeño pueblo donde ahora vive su padre. Allí conoce a Pierre, un hombre extraño que hace esculturas con hierro. Janine trata de ocultar a todos sus heridas y temores e intenta relajarse, en un entorno que no es tan idílico como parece. Entre la culpa por no declarar todo lo que vio y la necesidad de sobrevivir al dolor, Janine entra en una espiral autodestructiva, hasta que toca fondo y estalla. Finalmente se enfrenta a la realidad como única salida, para tomar las riendas de su propia vida.

«Si a lo largo de la Historia -ha dicho Aguilar, también coguionista junto a Alejandro Hernández- se alternan periodos de luz y sombra, parece que nos toca vivir un periodo un tanto oscuro, extraño. Nuestro mundo es a menudo doloroso y triste. Y a la vez, también dentro de nosotros podemos reconocer esa parte oscura, fea, descubrir algo ambiguo y opaco en nuestro interior… Y sin embargo, quizás debido a todo esto, personalmente tengo la profunda convicción de que necesitamos, cada vez más, belleza y esperanza… que en lo que atañe a los temas profundamente humanos, todos estamos muy cerca. Por eso creo firmemente que «Brava» llegará al alma de sus espectadores. Porque nuestro público podrá conectar y reconocerse, porque hablamos de una «enfermedad” tan actual y tan humana como la impotencia ante el vacío y el dolor, frente a la necesidad de ser querido y de volver a confiar en los demás».