Se trata de una producción de Diagonal TV para RTVE que se emitirá diariamente por TVE 1

Primeros días de rodaje de la nueva serie diaria de La 1: «Mercado central». Uno de sus protagonistas, Antonio Garrido, ha sido el encargado de inaugurar las jornadas de grabación en plató de la serie producida por RTVE en colaboración con Diagonal TV. En los estudios, de 1.200 metros cuadrados, están situados en Boadilla del Monte, el actor sevillano ha compartido escenas con César Sánchez y Marta Poveda.

En esta localidad madrileña están recreados el interior del mercado, en un plató de 700 metros cuadrados; y las viviendas de los protagonistas, en un segundo plató de 500 metros cuadrados.

La fachada trasera del «Mercado Central» que se verá en la serie, está inspirada en la del mercado de Tirso de Molina en Madrid. El edificio escogido tiene el encanto de los antiguos mercados de abastos y una original arquitectura industrial con fachadas en ladrillo visto, propia de los mercados madrileños de las primeras décadas del siglo XX.

«Mercado central» está dirigida por Joan Noguera («Amar en tiempos revueltos» y director capitular de «Isabel» y «Carlos, Rey Emperador») y contará con la producción ejecutiva de Jaume Banacolocha y Montse García. La serie es una idea original de David Plana con argumento de Eva Baeza, David Plana, Verónica Viñe y Eulalia Carrillo. Pepe Reyes es el diseñador de vestuario, y Marcelo Pacheco el director artístico.

«Mercado central», protagonizada por Antonio Garrido, Begoña Maestre, Jesús Olmedo y Lola Marceli, está situado en el corazón de uno de los barrios más populares de la ciudad. Según un informe realizado tras una inspección municipal, se debe efectuar una reconversión de sus más de mil metros cuadrados y no se considera viable que continúe con su actual actividad. Detrás de esta decisión se encuentra un importante fondo de inversores que ya ha hecho una oferta para convertirlo en un lujoso centro comercial.

Con el apoyo de los vecinos y negociando duramente, la asociación de comerciantes del mercado consigue que el consistorio aplace la decisión. Un año será el tiempo que tendrán los comerciantes para remodelar, modernizar y lavarle la cara a su lugar de trabajo y medio de vida. Pero una parte de las familias relacionadas con esos comercios no tienen la misma opinión, y prefieren aprovechar la oportunidad y obtener alguna ganancia. Las relaciones laborales, personales y sentimentales de las personas que viven de esos negocios se entremezclan continuamente y ponen en peligro la salvación del Mercado.