ANTONIO DE LA TORRE Y LUIS CALLEJO PROTAGONIZAN UNA HISTORIA SOBRE LA NATURALEZA VIOLENTA DEL SER HUMANO Y EL ESPEJISMO DE LA REDENCIÓN

Raúl Arévalo salta al otro lado de la cámara con su primera película: «Tarde para la ira». Siete años le ha llevado en preparar este debut, un thriller dramático sobre el que sobrevuela la venganza en cada plano. Un viaje por la violencia con dos hombres que harán todo lo posible por ganar la partida.

«De pequeño, mi hermana y yo grabábamos cortos con la cámara de vídeo de mi padre. Con 17 años me vino lo de actor, y todos los trabajos como intérprete me los he tomado como un aprendizaje para dirigir», ha contado Raúl Arévalo sobre este debut que le mantiene ocupado en el barrio madrileño de Usera, diririendo a Antonio de la Torre y Luis Callejo, los dos protagonistas de su película.

Para Arévalo, que comenzó a escribir ‘Tarde para la ira’ hace siete años, es una «suerte» haber conseguido rodarla, porque es consciente de que «hay mucha gente que lleva el mismo tiempo o más sin conseguir nada» y para él no habría sido posible sin el respaldo de Televisión Española. «Hoy en día, con una película de unas características como esta, necesitas una televisión que te apoye para poder afrontarla, porque hay gente que no se interesa en ella si no hay algo así detrás», ha explicado sobre su primer largometraje como director, que cuenta finalmente con un presupuesto de cerca de 1,2 millones de euros.

La acción se inicia en Madrid, en agosto de 2002. Curro es el único detenido en el atraco a una joyería. Ocho años después, Ana, su novia, espera, junto al hijo de ambos, que Curro salga en libertad. Tras cumplir su condena, Curro sale de la cárcel con la ilusión de empezar una nueva vida junto a Ana. Pero todo ha cambiado en muy poco tiempo. Curro se encontrará con una mujer confundida, y con un hombre que le romperá todos los esquemas. No puede imaginar hasta qué punto José, un hombre solitario y reservado a quien Ana ve como una vía de escape a una vida que le angustia, va a cambiar sus plantes. El desconocido le obligará a enfrentarse a viejos fantasmas del pasado. Los dos hombres emprenderán un extraño y trepidante viaje de tres días; una ruta de violencia que les obligará a convivir, a jugar una partida en constante confrontación, que les hará entenderse inevitablemente y les hundirá sin remedio en el abismo de la venganza.

Una historia sobre la naturaleza violenta del ser humano y el espejismo de la redención. «Estoy rodeado de los míos, de un equipo técnico y artístico elegido por mí, y eso hace que el proceso y el rodaje sean muy satisfactorios», ha añadido el director. Sobre si se queda con su condición de actor o de director, Arévalo no sabe pronunciarse todavía: «No sé lo que me siento más, si actor o director, pero mi pasión tiene que ver más con la dirección», ha concluido. El rodaje durará un total de seis semanas y se graba íntegramente en diferentes localizaciones de Madrid. El estreno llegará en 2016.