EL MÚSICO, QUE ACTUALMENTE TRABAJA EN LA BANDA SONORA DE «LOS AMANTES PASAJEROS», DESVELA SU PROCESO CREATIVO

El compositor donostiarra Alberto Iglesias ha recibido este domingo 21 de octubre la segunda Espiga de Honor de la presente 57ª Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci). El músico ha hecho una pausa en su actual trabajo, la creación de la música de la nueva película de Pedro Almodóvar, «Los amantes pasajeros», para recibir el galardón.

Alberto Iglesias se ha referido a su «emoción» por recoger la Espiga, que se convierte en el segundo galardón que el músico recibe este fin de semana, ya que ayer sábado obtuvo el premio al Compositor del Año del Festival de cine de Gante. Este lunes 22 impartirá una clase magistral en el Aula Mergelina de la Facultad de Derecho de Valladolid

Autor de las bandas sonoras de películas como «El monje», de Dominik Moll, «La piel que habito», de Almodóvar, o «El Topo», de Tomas Alfredson, Iglesias ha reconocido en un encuentro con la prensa que no «he parado de trabajar en mi último proyecto hasta la medianoche del viernes, cuando tuve que preparar la maleta para viajar a Bélgica y, posteriormente, a Valladolid».

«No parar está justificado, estamos en plena eclosión», ha expresado Iglesias antes de revelar que la última propuesta de Almodóvar le pide «una música fluida y comunicativa». El compositor se encuentra en esa tarea «tan básica y a la vez tan difícil» que es afrontar por primera vez un encargo para una película que invita a la carcajada.»Todo tiene que ponerse al servicio de la fluidez y eso es un reto para mí», ha reconocido.

Entre otras de sus «confesiones», Alberto Iglesias también ha admitido que le hubiese gustado «ser el artífice de la banda sonora de «Blancanieves» -la película de Pablo Berger seleccionada para competir en los Óscar-. Tuve la oportunidad pero no pude hacerlo porque ello hubiese requerido una dedicación absoluta, estar tres meses entregado y dar la espalda a otros trabajos», ha matizado el compositor, que se define «incapaz» a la hora de trabajar en dos composiciones a la vez.

Alberto Iglesias ha explicado su proceso creativo a la hora de llenar una partitura: «Yo leo el guión y a veces me atrevo a escribir algo después, pero normalmente espero a ver la película para actuar desde la perspectiva de un espectador». Para el compositor todo está lleno de improvisaciones y el gesto es «importantísimo porque invita a lo espontáneo». Eso es lo que ofrece a los directores y lo que estos esperan de él, por lo que Almodóvar le ha pedido que le sorprenda.

«Eso es estupendo porque resulta muy pernicioso aferrarse a los clichés», ha dicho Iglesias en este sentido. Su único miedo es bloquearse. «Muchas de mis pesadillas tienen que ver con el bloqueo, pero mi única fórmula para salir de ello es trabajar, ser paciente y apretar los dientes», ha concluido con una sonrisa.