En «The human centipede» un científico loco crea un único humano cosiendo a tres personas que compartirán diferentes órganos

Agotada la saga «Saw» y «Hostel» parecía que el género de terror y amputaciones sádicas se había agotado. Pero un director de cine holandés conocido como Tom Six (Alkmaar, 1973) le ha dado una vuelta de tuerca: «The Human Centipede (First Sequence»)», la película que hace salir corriendo a audiencias al completo de las salas estadounidenses en el primer día de su estreno, ayer, 30 de abril. No en vano, siempre ha proclamado que su actor favorito es Klaus Kinski, que de sadismo y violencia sabía mucho. El crítico Colin Boyd la ha tildado «la película más repulsiva que he visto nunca».

Escrita por el propio Six, el film presenta un nuevo tipo de científico enajenado, el muy teutón Doktor Heiter (Dieter Laser), una especie de Mengele que falla en un experimento con rottweilers y decide, ya entre los humanos, con crear un nuevo monstruo. Para ello se sirve de un turista japonés en permanente estado de cabreo y dos bobonas norteamericanas, Lindsay y Jenny (Ashley C. Williams y Ashlynn Jennie), de viaje vacacional por Alemania.

El cirujano, en el pasado experto en separar siameses unidos por diversos órganos, cose a los tres seres humanos para que compartan un único aparato digestivo, tracto y subsiguiente ano. Les cose desde la boca hasta el recto creando una única criatura de varios pies. La segunda parte de la tortura implica obediencia y obligación de comer, y defecar. Estrenada ayer en los cines estadounidenses, se produjo un récord en abandono prematuro de salas.

En beneficio de Six hay que alabar la elección del actor Dieter Laser, quien con su desgarbado físico y saltones ojos, le presta comicidad y humor negro al turbio asunto. De hecho, el film comienza con tonos cómicos para luego entrar el el terreno del horror y, con menos escenas gráficas que cualquiera de una de las «Saw», finalizar sugiriendo más que mostrando. En entrevistas, Six insiste en decir que ha querido reflexionar sobre la Humanidad.

En la tradición de un «Frankenstein», «The Human Centipede» muestra una variante del purgatorio católico y concluye con que hay algo peor que la muerte: un estadio intermedio entre la vida y la muerte en la que un individuo ya no controla su cuerpo, mientras que la mente se mantiene lúcida. Los tres protagonistas utilizan su instinto para preservar la vida conociendo que quizá la muerte sea la solución y el descanso a tanto sufrimiento. Para Six, el carácter subversivo de su película estriba en que no hay esperanza alguna y en que no ha caido en la tentación de que sus víctimas repenticen en héroes capaces de salvarse a sí mismos.

Tom Six pretende seguir con las andanzas de su particular doctor Mengele en una secuela, «The Human Centipede: Full Sequence», en la que quizá cosa hasta a una docena de seres humanos. ¿Y por qué no? Nunca hay que menospreciar la capacidad delirante y creativa de un cineasta de los Países Bajos.