SU PERSONAJE DEL INSPECTOR DERRICK LE DIO FAMA MUNDIAL

El actor -conocido por encarnar al inspector de policía siempre con semblante serio y grandes gafas de cristales ahumados- murió el sábado 13 en una clínica de Munich, en el sur de Alemania. Su salud se había degradado, «a ojos vistas» en los últimos días, ha dicho su esposa Ursula Tappert.
Tappert se retiró en 1998 tras haber rodado el episodio número 281 de la serie, televisada entre octubre de 1974 y octubre de 1998 y que lo convirtió en uno de los actores alemanes más famosos en Europa. Por su papel como Stefan Derrick, Tappert logró varios galardones, entre ellos la Cruz del Mérito, en 1988.
El «Inspector Derrick» tuvo un enorme éxito en Alemania y en todo el mundo tras un comienzo un poco difícil. Caracterizada por su falta de acción pese a ser policíaca, la serie se ha difundido en 108 países, encontrando admiradores en países como Italia, Holanda, Francia, Australia e incluso Japón y ha sido objeto de numerosos estudios sociológicos.

Tappert nació en 1923 en Wuppertal-Elberfeld (oeste), hijo de un funcionario de correos, y probó suerte en el teatro después de una formación de comerciante y contable. En 1945, después de la Segunda Guerra Mundial, se postuló como contable en un teatro de Stendal. Pero aquel día no estaba el jefe de ventas y el director artístico le animó a subirse al escenario. Nunca volvió a bajarse.
Su periplo dramático le llevó de Gotinga a Kassel, Bonn y Wuppertal, sobre todo en papeles cómicos, que era lo que más le gustaba. En 1974 debuta como Derrick y todas las semanas resolvía un robo o asesinato en la segunda cadena de la televisión pública alemana (ZDF). No es de extrañar que en sus últimas entrevistas confesara que «después de hacer toda la vida de policía, no soportaba más las series policíacas».
El ejemplar agente, con buenos modales, la suficiente sangre fría y un cierto aire de sabio despistado, descubrió al malhechor en 281 episodios. Con la inestimable ayuda, eso sí, de su asistente Harry Klein, al que daba vida Fritz Wepper. Derrick no recibiría el más que merecido ascenso hasta el último capítulo, en 1998, cuando lo destinaban a la Europol.
También hizo sus pinitos en el cine en papeles secundarios. No obstante, Tappert pasará a la historia por su alter ego televisivo, que le llevó en 1998 a publicar su autobiografía con el título «Derrick y yo. Mis dos vidas».
Cuando abandonó la pequeña pantalla en 1998 (ya con 75 años) fue motivo de luto nacional. En 2004 reapareció como comisario en una película de dibujos animados para el cine, pero sólo con su voz.
Su cuerpo ya flaqueaba y vivía retirado con su mujer, con la que se casó en 1957, y que dejó su actividad como actriz para dedicarse a su marido y sus tres hijos.
«Mi nombre es Derrick, inspector Derrick, de la brigada criminal». Así se presentaba y así pasará a la historia de la pequeña pantalla en Alemania.