Ganador de dos Goyas, dirigió además películas como «El jardín secreto» o «Makinavaja, el último choriso»

El director de fotografía y cineasta Carlos Suárez falleció ayer, 19 de octubre, con 73 años en Gijón. Ha sido uno de los mejores directores de fotografía de la historia del cine español, como lo demuestran las numerosas películas que llevan su impronta. Hermano de Gonzálo Suérez, fue uno de los ideólogos de la actual Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas junto con otros profesionales de la industria.

Carlos Suárez puso la luz a casi un centenar de películas colaborando con algunos de los más directores de cine de España como Luis García Berlanga, Pilar Miró, Eloy de la Iglesia, Manuel Gutiérrez Aragón, Jaime Chávarri o Gonzalo Suárez, su hermano, con quien colaboró en casi todas sus películas.

Carlos Suárez fue director de fotografía en películas que ya son historia de la cinematografía española y entre las que figuran «La escopeta nacional» (1978), «Gary Cooper que estás en los cielos» (1981), «La vaquilla» (1985), «Don Juan en los infiernos» (1991), «El detective y la muerte» (1994), «El portero» (2000) y «La torre de Suso» (2007). También trabajó en documentales, cortometrajes y series de televisión como «Petra Delicado» (1999), «Los pazos de Ulloa» (1985) o «La huella del crimen», esta última dirigida por Vicente Aranda en 1985.

Colaboró a menudo con su hermano mayor Gonzalo Suárez y trabajó con directores de la talla de Luis García Berlanga, Pilar Miró, Miguel Hermoso, Tom Fernández, Antonio del Real y Gutiérrez Aragón.

En 1984 debutó en la dirección, con la película «El jardín secreto». Acabó al frente de otros cuatro largometrajes más: «Los Porretas», «Makinavaja, el último choriso», «Semos peligrosos» y «Adiós, Tiburón», y de la serie de televisión «Makinavaja».

Como responsable de fotografía o bien como guionista o director, a lo largo de su vida Carlos Suárez participó en más de un centenar de películas del cine español. También ejerció la docencia, como profesor de fotografía e iluminación en diferentes escuelas, como la ECAM (Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid) o la Escuela de Cine de la Universidad de León.

Suárez ganó dos Goyas como director de fotografía a lo largo de su dilatada trayectoria profesional, el primero en 1989 por «Remando al viento», película dirigida por su hermano Gonzalo Suárez, y el segundo en 2008, por «Oviedo Express». Además poseía la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos por «El detective y la muerte» (1994).

También ejerció la docencia, como profesor de fotografía e iluminación en diferentes escuelas, como la ECAM (Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid) o la Escuela de Cine de la Universidad de León. Además Carlos Suárez fue promotor de boxeo y durante un periodo de su vida estuvo empleado como cronista deportivo y fotógrafo de prensa de un diario catalán.