La película se ha presentado a competicion en el American Film Festival de Deauville

Ni Cortés ni Reynolds acudieron al certamen normando a defender «Buried (Enterrado)», película a competición con otros 11 títulos y que se anticipa ya como favorita a falta de ver «Cyrus», de los hermanos Duplass. «El film más delirántemente claustrofóbico imaginable» definen hoy en Los Angeles Times la película narrada dentro de un catafalco enterrado en el desierto iraquí con un camionero estadounidense dentro, Paul Conroy, sentenciado a morir enterrado vivo si los USA no desembolsan cinco millones de dólares a una legión de fanáticos insurgentes chiítas.

El film se estrenará en Estados Unidos de forma restringida el 24 de este mes y a lo grande, el 8 de octubre. Una intrincada serie de paneles deslizantes permitieron a Cortés y a su director de fotografía, Eduard Grau, una serie de ángulos impensables para contar de una forma dinámica la agonía de un hombre enterrado vivo con apenas un Zippo y linterna parpadeantes, una petaca de coñac, una navaja y un móvil casi sin bateria. Mostrada en enero en Sundance, Rob Nelson en «Variety» escribió: «un ingenioso ejercicio de suspense sostenido que haría a Hitchcock revolverse en su tumba».
Para el en alza Reynolds, la película «fue un tremendo ejercicio poraue fue un trabajo crudo y vulnerable. Y tuve que demostrar cosas que como hombre se entiende que no debes de enseñar: miedo en estado puro». Reynolds confiesa que dudó cuando leyo el guión de Chris Sparling, pero que una comida de 40 minutos con Cortés, le convenció del todo. En el diario angelino, Reynolds declara desear volver a trabajar con Cortés de nuevo, «aunque nuestros gustos difieren radicalmente, si he de ser honesto».
Reynolds, propiedad hollywoodiense «hot» tras su número 1 con «La proposición» junto a Sandra Bullock y su matrimonio secreto con la deseadisima Scarlett Johansson, no para en elogios de Cortés: «más que un cineasta, es un arquitecto. Es un director que puede hacer una película de cualquier tamaño y creo enfáticamente en un gran futuro para él». Reynolds recuerda el rodaje de 17 dias en Barcelona, dentro de una caja, con los dedos quemados por el Zippo, sudoroso y sucio, tragando arena y compartiendo el feretro con una serpiente venenosa.

«Pase días en tal estado de ansiedad, gritando ayuda y falta de aire, que sentí tres ataques de pánico en tres ocasiones y hubo que parar. Llegué a creer que estaba verdaderamente en tal situación. Fue como una pesadilla causada por la fiebre. Después de rodar «Enterrado»… jamás me voy a quejar en plató alguno para el resto de mis días…» Cortés ha declarado tres influencias hitchcockianas para la realización de «Buried (Enterrado)»: el suspense en tiempo real de «La soga», los límites físicos de «Náufragos» y el punto de vista paralizado de «La ventana indiscreta».

Según Reynolds, «las restricciones de la película, el confinamiento, la convierten en un film grande. Ves el tamaño de la historia por la limitación del espacio, pero esa limitación lo magnifica todo. Mis amigos me preguntan ahora que la han visto: «no pensaste que era un rodaje peligroso?» Y yo les digo: «no, para nada. Si la película no hubiera salido bien, que no es el caso, tendría el orgullo de haber participado en algo diferente. Lo principal para mí ha sido sobrevivir al rodaje».

Mañana sábado, se harán públicos los galardones de la 36 edición del American Festival de Deauville en una gala de clausura durante la que se proyectará «Conocerás al hombre de tus sueños», de Woody Allen.