GANÓ SENDOS OSCAR POR LOS LIBRETOS DE «TODOS LOS HOMBRES DEL PRESIDENTE» Y «DOS HOMBRES Y UN DESTINO»

El escritor y guionista William Goldman, autor de los libretos de «Todos los hombres del presidente» y de «Dos hombres y un destino», por lo que ganó el Oscar, asi como de los de «La princesa prometida» (basada en una novela propia), «El carnaval de las águilas», «Maratón man», «Un puente lejano» o «Magic», ha fallecido este viernes 16 de noviembre en Nueva York a los 87 años. Era uno de los guionistas más famosos de Hollywood

William Goldman habúa nacido en Highland Park, Illinois el 12 de agosto de 1931. Su primera novela, «The Temple of Gold», se publicó en 1957. Goldman ha escrito con dos pseudónimos: Harry Longbaugh y Simon Morguestern. Su primer guion fue «Agentes dobles» a principios de la década de los cincuenta. Su primer éxito le llegó con «Harper, investigador privado» (1965). Después volcó todo su talento «en una de las dos grandes historias que me he encontrado en mi vida”: las aventuras de dos ladrones míticos, Butch Cassidy y Sundace Kid, en «Dos hombres y un destino», guion por el cual llegó a cobrar 400.000 dólares, además de reportarle su primer premio Óscar.

Durante la década de los setenta enlaza un éxito tras otro: «El carnaval de las águilas», «Todos los hombres del presidente» (su segundo Óscar), «Maratón man», «Un puente lejano» y «Magic». De repente, en 1980, su teléfono deja de sonar, y decide pasarse a la novela («The Color of Light») y a los libros de cine. Cuando un lustro después vuelve a coger una racha, lo primero que hace es adaptar una de sus propias novelas, «La princesa prometida».

Durante la década de los noventa enlaza «Misery» (adaptación de una novela de Stephen King), «Memorias de un hombre invisible», «El año del cometa», «Chaplin» y «Maverick», además de convertirse en un famoso doctor de guiones, es decir, un escritor al que los estudios contratan para mejorar libretos que necesitan unos retoques. En 1995 escribe la historia real de dos leones devoradores de hombres en «África», la que según Goldman fue su segunda gran historia.

Después vinieron «Cámara de gas», «Poder absoluto», «Criaturas feroces», además de meter mano en obras como «El último gran héroe», «Bajo sospecha» y «El indomable Will Hunting» (nunca quedó claro cuánto de este guion es suyo y cuánto de Ben Affleck y Matt Damon). Los últimos guiones de Goldman han sido «La hija del general», Corazones en Atlándida» y «Dreamcatcher» (también una adaptación de una novela de King).

Sus últimas obras han sido «Aventuras de un guionista en Hollywood» y «Nuevas aventuras de un guionista en Hollywood». En parte autobiográficas, en parte un método de transmitir los conocimientos adquiridos durante su larga trayectoria como autor de guiones. Para la historia, Goldman ha dejado la cita que mejor define Hollywood: «Nadie sabe nada».