EL DIRECTOR DE «MUJERES ENAMORADAS», «TOMMY» Y «»LOS DIABLOS», TENÍA 84 AÑOS

Ken Russell ha muerto en Londres a los 84 años. El cineasta, que inició su carrera en la televisión, en los años 50, se convirtió en un icono del cine británico de los años 70 con títulos como «Mujeres enamoradas», «Los diablos» y «Tommy» por su estilo barroco y por la crudeza con la que trató temas como la sexualidad y el erotismo.

Ken Russell había nacido en Southampton (Gran Bretaña) en 1927. Estuvo enrolado en la marina durante la Segunda Guerra Mundial para dedicarse después a la fotografía. Tras un breve paréntesis como actor, entró como director de documentales en la BBC realizando biografías como la de Isadora Duncan.
Aunque había debutado como director de largometrajes en 1963, fue «Mujeres enamoradas», que estrenó en 1969, basada en una obra de de D. H. Lawrence, la película que le abrió las puertas del cine, contactando inmediatamente con la visión de la vida de las jóvenes generaciones. Protagonizada por Glenda Jackson, que ganó un Oscar a la mejor actriz por su trabajo, la película levantó una gran polémica por mostrar el primer desnudo masculino frontal en una película convencional.
En 1971 dirige «Los diablos», basada en un relato de Aldous Huxley, censurada y escondida por sus productores por mostrar un duro retrato de la corrupción de la Iglesia, lo que incrementó su fama. A continuación rodó «The boy friend», que supuso el salto de la modelo Twiggy a un personaje protagonista, y «Tommy» (1975), a partir de la ópera rock de The Who, en la que aparecian estrellas del pop como Elton John, Tina Turner, Eric Clapton, e incluso el actor Jack Nicholson. Con esta película, Russell cambió las reglas del cine pop musical.
Con Roger Daltrey, el cantante de The Who, haría después «Listzomanía», en torno al músico Franz Liszt, un delirio barroco en donde el compositor termina peleando con Adolf Hitler. Haría también películas sobre Mahler y Tchaikovsky, todas muy heterodoxas, distorsionando imágenes y apoyándose en un delirante barroquismo formal.
Ya en los 80 hace una inquietante historia de ciencia ficción, «Viaje alucinante al fondo de la mente», en Hollywood, con William Hurt como protagonista, a la que seguiría «La pasión de China Blue» con una Kathleen Turner en su mejor momento. Pero pronto su carrera comienza a languidecer. Aún en 1989 resurgió levemente con «Puta», un thriller erótico protagonizado por Theresa Russell, pero ya sus siguientes títulos apenas tienen difusión. En 2007 participó en un concurso de la televisión británica, en una variante de «Gran Hermano».