El actor arremete de nuevo contra Obama y se erige en el líder ultraconservador de Hollywood

La cosa viene de antiguo, porque este actor de Yonkers, hijo de un golfista profesional eslovaco y de madre alemana hija de emigrantes, ya convirtió al joven senador de Hawaii en la bicha de sus ojos durante la campaña electoral contra el ultraderechista John McCain. Entonces Voight, un «juguete roto» al que nadie había pedido su opinión, manifestó públicamente: «El senador Barack Obama es un extremista, aunque siempre logra disimularlo. Es como un izquierdista de los años 60. Yo fuí de izquierdas, por éso sé que él lo es. Dice que va a hablar con todo el mundo, desde Hamas a Irán, pero su mente está sólo en aplicar una política ultraizquierdista. Obama es el mayor desastre para Israel y todas las democracias». Estábamos en 2.008.

El pasado año: «Estos son tiempos muy peligrosos y el mundo, más que nunca, necesita de una América fuerte. Dios no ha impedido que Obama llegue a la presidencia y me temo que vamos a vivir una era socialista como América jamás ha sufrido nunca. Nuestro país va a ser debilitado en todos los sentidos». Y puso a Dios como su testigo, nada menos.

Y: «Yo viví la histeria contra la guerra de Vietnam. Fué introducida por grupos marxistas disfrazados de movimientos pacifistas». Dicho por el protagonista de «El regreso», la película antibelicista protagonizada junto a Jane «Hanoi» Fonda, la cosa tiene sus bemoles. Para entonces, hacía tiempo que Jon Voight había abandonado a su suerte a su segunda esposa, la francesa Marcheline Bertrand, y a sus dos hijos, James Haven y Angelina Jolie. Jamás les pasó un centavo de dólar ni se interesó por su salud o estudios. Anjelina jamás quiso saber nada de él hasta que rodaron juntos «Lara Croft». Ella llevó la iniciativa del reencuentro.

Hoy en «The Washington Post», el ex izquierdista ahora militante ultramontano de las filas republicanas, ha escrito: «Obama es un falso profeta. Obama es el primer presidente americano que ha mentido al pueblo judío, y al pueblo americano, también. Dijo que defendería a Israel de todos sus enemigos, y no lo ha hecho con el único régimen democrático de Oriente Medio».

Y prosigue el ultramontano actor que ya es historia y carne de geriátrico: «Obama ha dejado en la estacada a Israel y ahora es un país con el que todos parecen enemistarse. Ha puesto a Israel en peligro y promocionado el antisemitismo en todo el mundo. Ha condenado al pueblo que nos dió los Diez Mandamientos, bajo cuyos mandatos vivimos. Israel nos ha dado grandes científicos y filósofos, y curas para muchas enfermedades. Pero, usted defiende a gentes sin ley y criminalescuya entrada en Israel está prohibida». Voight parece haberse empachado con demasiadas películas con Charlton Heston.

Quizá la senilidad le impida a Voight ver claramente cómo fue el ataque de naves militares israelíes en aguas internacionales a cañonazos contra una fuerza multinacional de paz que llevaba víveres, agua y medicinas a los palestinos de Gaza, prisioneros de un auténtico gueto creado por los israelíes siguiendo los parámetros de los campos de concentración nazis.

Cuando Jolie matrimonió con el excéntrico Billy Bob Thornton -se hicieron tatuajes gemelos, intercambiaron sangre y compraron tumbas juntos- inició la adopción de Maddox, su primer hijo, coreano. Thornton se divorció, Jolie adoptó a Zahara y Voight -en un talk show de máxima audiencia de medianoche- pidió tratamiento psiquiátrico para su «inestable» hija por adoptar tanto.

Luego llegó Brad Pitt, el nacimiento de Shiloh, la adopción del vietnamita Pax y el nacimiento en Niza de los gemelos Knox y Vivienne. Jolie asistió a su madre en el cáncer que le costó su joven vida hasta la tumba. Voight estuvo ausente de todo, implicado en la guerra contra Obama. Recientemente, en Venecia, Jolie le invitó a conocer a sus seis nietos en el set veneciano de «The Tourist», que ha rodado junto a Johnny Depp. Nunca ha lucido tan frágil y, definitivamente, secundario.