EL ALEMÁN OSKAR RÖHLER IRRITA SON SU PARODIA DEL NAZISMO EN EL FESTIVAL DE BERLÍN

«Jud Süss”, es una producción de alto presupuesto dirigida por Oskar Röhler que analiza con humor los entresijos de la realización de la película de propaganda nazi de mayor éxito filmada durante el III Reich: La historia de un judío que en la corte de Wüttemberg en el siglo XVIII, firma un pacto con el diablo. Una típica historia antisemita representativa de aquel momento alemán, en la que Oskar Röhler tergiversa la historia real del actor austriaco, Ferdinand Merian, que presionado por Göbbels acepta dar vida en la pantalla a un judío, con elementos sacados de la ficción. Para mostrar esta tragedia el director combina melodrama y elementos satíricos.
El director se ha defendido de las reacciones desatadas por su película: «No se trata de un documental”, ha dicho justifando el tono burlesco. Para el actor Moritz Bleibtreu que interpreta al protagonista a Ferdinand Merian, «todas las películas tienen el derecho de llevar una porción de ficción”. Röhler hace que Ferdinand aparezca sasado con una judia y que se le plantée un problema moral al interpretar al personaje cuando en la realidad el actor estaba casado con una mujer católica y asumió el personaje con entusiasmo.

También en competición la nueva película de la directora bosnia Jazmila Zbnanic, que hace cuatro años ganó el Osco de Oro con «Grbavica». Ahora ha presentado «Na Putu» («En el camino»), que narra las consecuencias de la guerra en su país sin recurrir al melodrama, ni a escenas violentas que le podrían servir para ilustrar la tragedia bélica: el nacimiento de un nuevo problema que puede acabar con la convivencia pacífica de la población musulmana en ese país: el fundamentalismo islámico. Luna y Amar forman casi una pareja perfecta que vive en Sarajevo, hasta que Amar se deja arrastrar por la comunidad fundamentalista y se fanatiza. Para la directora, «mi país puede dejar de ser una nación multicultural”.

La jornada del jueves se ha completado con «Rompecabezas», una película argentina de corte minimalista, dirigida por Natalia Smirnoff, única presencia latinoamericana en competición, que refleja el aburrimiento de una mujer de 50 años, madre de dos hijos y casada con un hombre casi ejemplar, que recupera la alegría de vivir armando de un rompecabezas. La actriz María Onetto realiza una brillante interpretación.