«Anna Nicole», sobre la desaparecida modelo y actriz que vivió rápido y murió joven, en la escena de Londres con la soprano holandesa Eva-Maria Westbroek

Vivió rápido, murió joven y su cadáver fue muy aparente. No es que tenga mucho que ver con «Aida», «Cio Cio Sam», «Madame Butterfly» o «Tosca», pero se está creando una nueva heroína operística: la escandalosa rubia de bote texana Anna Nicole Smith, muerta prematuramente de una sobredosis de medicamentos, días después de dar a luz a su hija Danielynn.

Smith, la neumática veinteañera de pechos enormes falsos que se casó con un millonario nonagenario no es precisamente Violeta, pero su extraña, escandalosa vida y muerte en 2007 permanecen como una fuente de contínuo interés. En una sola vida concitó un enorme interés en el memorial popular, seduciendo a propios y extraños con su sexualidad, drogas, sobrepeso y dietas, dinero, triángulos amorosos y trágica muerte.

Ahora que una pieza sobre Richard M. Nixon triunfa en el Metropolitan, ¿por qué la cosa más grande surgida recientemente desde Texas? Mañana, «Anna Nicole» realizará su premiere en Londres, el la Royal’s Opera House. Deberá llenar las butacas, como la producción anterior, «La flauta mágica» no logró, ni siquiera Papageno.
«Anna Nicole» es una producción con partitura de Mark-Anthony Turnage y libreto de Richard Thomas, en un trabajo heroico de convertir de las apechugadas camareras de Hooters en heroínas de ópera. Se hará cargo de la trágica chica del póster la soprano holandesa Eva-Maria Westbroek. Cuando se estrenó en Nueva York, en The Washington Post se escribió: «se pudo apreciar la turbulencia de su interior. Se percibe su humanidad. Eva-Maria Westbroek erigirá a una Anna inocente, prisionera de fuerzas demoníacas que no pudo controlar».