Acertada versión de «La Revoltosa» en el Teatro Victoria de Madrid

«La Revoltosa», un sainete lírico, se estrenó en 1897 en el teatro Apolo de Madrid. Constituyó un éxito extraordinario. La música la compuso el maestro Ruperto Chapí, y el libreto lo escribieron José López Silva y Carlos Fernández Shaw. «La Revoltosa» ha vivido innumerables representaciones a lo largo del tiempo. La obra está llena de casticismo, de Madrid/madriles, de madrileñismo chulo. Con su música y su verbena. Con el patio de vecinos y el acento arrastrao.

El libreto original establece que la acción se desarrolla en torno a finales del siglo XIX. Oscar Cabañas, director, actor, y autor de esta versión, hombre de teatro a quien tanto debe la zarzuela, traslada ahora a los últimos años del franquismo -por las referencias sobre el escenario, por alguna música- la acción de esta versión de ‘La Revoltosa’ que ha puesto en pie en el teatro Victoria de Madrid, al frente de su compañía, Ditirambak, que se ha especializado en montajes de zarzuela de pequeño y mediano formato.
Esta versión de «La Revoltosa» tiene gracia y donaire -pese a sus medios limitados-. Cuenta con la entrega absoluta sobre el escenario y el talento de todo su elenco. Magnífico Óscar Cabañas en su interpretación de Candelas, que se despeña permanentemente desde el alambre en el que quiere imponer su autoridad de portero vigilante de las buenas costumbres pero no puede evitar caer en las redes de la seducción de la hermosa y provocativa Mari Pepa. Extraordinario el juego actoral del intérprete que encarna a Felipe, ese galán en camiseta blanca de tirantes. Buena voz. Acertada dirección de actores. Especialmente en las escenas entre Mari Pepa y Felipe, en las que se enfatiza el infortunio de los desencuentros pero se acentúa con tono poético el triunfo del amor.

«La Revoltosa» es una joven como hay que ser, aunque tenga unos 117 años de vida. Pero se conserva de maravilla. Joven y rubia. Como la del manojo de rosas. En parte todo ello se debe a gente de teatro como Óscar Cabañas, que nos devuelve ‘La Revoltosa’ hecha un bellezón. Tócala otra vez, chulapa.