Su director Victor Oszkár Nagy se refiere a ella como una tragedia griega

El director húngaro Victor Oszkár Nagy, ha presentado «Apafold», que representó a su país en los pasados Premios del Cine Europeo, en el Festival Cinema Jove de Valencia. La película, en sección oficial, que compite por la Luna de Valencia, muestra violenta relación entre el hombre y la naturaleza.

La película cuestiona que lo rural sea un espacio idílico, y presenta la tierra en la que se desarrolla la acción como un lugar hostil. En la línea de películas como «Fitzcarraldo» (Werner Herzog, 1982), «Pozos de ambición» (Paul Thomas Anderson, 200) o «La rabia» (Albertina Carri, 2008), utiliza la violenta relación entre el hombre y la naturaleza para enmarcar perversiones más complejas.
El joven director firma una película con reminiscencias de la escritura elegante y liberal del dramaturgo ruso del siglo XIX Iván Turgénev. Tal y como ha explicado él mismo, «la película tiene tintes autobiográficos. Sé que parece una gran tragedia griega, porque denota un sufrimiento terrible. Sin embargo, siempre hay un hueco para que las cosas cambien, para arrepentirse y pedir perdón”. Así mismo, al ser preguntado por la reacción que tuvo su padre al ver la película, confiesa que está «conforme” con su trabajo, aunque al principio le dijo que le faltaba «algo. Que el amor estaba escondido”.
La crítica ha hallado paralelismos con la obra del formalmente rupturista Bela Tarr, opinión reforzada por la presencia en esta ópera prima de uno de los actores fetiches del reputado director húngaro, János Derzsi. El intérprete incorpora a un padre que vuelve a casa tras una larga estancia en prisión. Allí le espera un hijo que lo odia y una tierra yerma.
El jovencísimo Nagy (1980) debuta en el largometraje de ficción con este filme, que fue su trabajo de final de carrera. La ópera prima ha visitado casi una decena de festivales de cine por todo el mundo, como Tallín, Estambul o India, fue seleccionada para representar a Hungría en los Premios del Cine Europeo, y se alzó con el Premio Gene Moskowitz de la crítica extranjera en el Budapest Hungarian Film Week.
El nuevo talento húngaro siempre ha estado involucrado en el panorama cinematográfico de su país, con trabajos de ayudante de dirección para realizadores como Mihály Schwechtje. Refiriéndose al panorama cinematográfico actual de Hungría, el director de «Apafold» ha hablado del «contraste” que existe en su país, ya que hay muchisimos estudios donde se producen películas internacionales, sin embargo no hay apenas distribución internacional de filmes húngaros, debido especialmente al idioma empleado.