El certamen francés tendrá lugar del jueves 8 al domingo 11 de abril

El pasado año se inauguró un nuevo festival en Beaune, la zona vinícola de atmósfera medieval de Francia, en la que se homenajeó a la ciudad de París a través del cine y Agustín Díaz Yanes ganó el premio del Jurado por «Solo quiero caminar». En 2010, y tras el éxito de un primer festival del que Claude Chabrol ha dicho: «este certamen es necesario porque el del thriller es el género más fértil y noble en la historia del cine, y es necesario buscar y encontrar nuevas tendencias o sugerir frescas e inéditas direcciones», se prepara ya el segundo.

Del jueves 8 de abril al domingo 11, la dirección del Festival se propone seguir las directrices chabrolianas y mantener dichas ambiciones. Y de nuevo, el certamen rendirá homenaje a una ciudad que haya contribuído a enriquecer el género y que posea una dimensión mitológica en el mismo. Tras el primero, «Paris Noir», este año «Naked City» («Ciudad desnuda») lo hará con la metrópoli norteamericana por excelencia, Nueva York, un territorio de colonización holandesa sobre tierra comprada a los indios por un puñado de táleros.

El programa de esta sección comienza con unas frases del film «Naked City» (1948), de Jules Dassin: «Aquí está la ciudad y aquí están las luces. Es la historia de un puñado de personas, pero también, la historia de la ciudad en sí misma. Están los apartamentos, los rascacielos, los pavimentos hirvientes en el verano, los niños jugando en la calle, los edificios de piedra desnuda, la gente sin maquillaje…la ciudad tiene su pulso y éste jamás deja de latir».

Diversas películas entrarán en el corazón oscuro de la orbe, aquello que no está en las guías turísticas ni en las postales. Sus calles teñidas de sangre criminal («Underworld USA», Samuel Fuller, 1961), sucios puticlubs («Fear City», Abel Ferrara, 1984), clubs de moda («Falso culpable», Alfred Hitchcock, 1956), gimnasios de boxeo («Cuerpo y alma» Robert Rossen, 1947), oscuros jardines posteriores («El beso del asesino», Stanley Kubrick, 1955), corruptas comisarías («Historia de un detective», William Wyler, 1951), trenes elevados («French Connection», William Friedkin, 1971), la violencia de Queens («El beso de la muerte», Henry Hathaway, 1947) o en Harlem («A Rage in Harlem», Bill Duke, 1991), bandas de Little Italy («Malas calles», Martin Scorsese, 1973) y el famoso puente de Brooklyn («Naked City», Jules Dassin, 1948).

Sigue el programa firmado por FranÇois Guérif: «Desde los tiempos del mudo, el cine ha mostrado su obsesión por el lado oscuro de la ciudad, sin ir más lejos D.W. Griffith lo hizo en 1912 con «The Musketeers of Pig Alley». Y tanto mostrando las desiertas calles de la urbe en «Madigan», los bares criminales de «El clan de los irlandeses» o sobre el hirviente asfalto de «Taxi Driver» el cine no ha cesado en compartir esta obsesión con nostros».

Y al igual que ocurre en el Festival Film In Noir, que se celebra en noviembre en Courmayer, en los Alpes italianos, el Festival de Thrillers de Beaune ha creado un llamado «Cercle Rouge» («Círculo rojo») integrado por personalidades del cine y la literatura, eminentes «connoisseurs» de las más oscuras luces del cine criminal, que se convierten en padrinos del certamen y están encargados de entregar dos premios literarios: a la obra francesa e internacional de la ficción «noir». Se trata de Le Grand Prix du roman noir français y Le Grand Prix du roman noir étranger.

Además de Guérif, este año, el director Claude Chabrol, la escritora Marie-Caroline Aubert, los escritores y guionistas Tonino Benacquista, Laurent Chalumeau y Benoît Cohen y los directores Alain Corneau, Pierre Jolivet, Olivier Marchal, Claude Miller y Frédéric Schoendoerffer. Finalmente, el distribuidor Jean Hernandez y la editora Joëlle Losfeld.
La segunda edición del Festival de «Thrillers» de Beaune se celebrará del 8 al 11 de abril de 2010 bajo de presidencia del fundador, Lionel Chouchan, y de su director Bruno Barde.