Se especula con que una su detino a Freya St. Johnston (36 años), en una pequeña ceremonia privada en Nueva York a finales de año

La irresistible Natasha Richardson, luminosa hija de Vanessa Redgrave y el desaparecido Tony Richardson, pura sangre azul artística británica, murió hace dos años largos en un desgraciado accidente mientras esquiaba con sus hijos pequeños. No le dió importancia a un golpe sufrido en la cabeza, se negó a hospitalizarse y a las horas murió, rodeada de los suyos, a causa de un derrame cerebral. Su madre le cantaba su nana favorita hasta que se fue. Dejó huérfanos a dos pequeños, Micheal y Daniel. Neeson abandonó precipitadamente el rodaje de «Chloe», de Atom Egoyan, y cuando enterró al amor de su vida, regresó al plató para usar su dolor en beneficio del film. El show debía continuar.

Pero el pasado mes de septiembre, se supo que el protagonista de «Michael Collins» y «Kinsey» estaba saliendo bastante en serio con una madre soltera de 36 años, la relaciones públicas Freya St. Johnston. Neeson ha cumplido ya los 58, les separan 22 años. Tras la muerte de su mujer, el actor había mantenido cortos romances, sobre todo con la modelo sueca Jennifer Ohlsson. Eran relaciones breves, que Neeson interrumpía por respeto al dolor de sus hijos. Según la fiable revista «Esquire», que a menudo acierta, Neeson le habría pedido en matrimonio. De hecho los dos hijos de ella han confraternizado espléndidamente con Micheal y Daniel Neeson.

Un amigo no indentificado ha declarado a la publicación: «Tras la muerte de Natasha, Liam no creyó volverse a enamorar nunca. Pasó un período de su vida sumido en la más total oscuridad. Pero Freya ha sido su rayo de sol y ha tenido la paciencia necesaria para su recuperación y regreso a la vida. Parece preparado para asumir nuevos compromisos». Se especula con que unan sus detinos en una pequeña ceremonia privada en Nueva York a finales de año. A más a más, se asegura que han sido sus hijos los que le han dicho a su padre que a Natasha le gustaría que volviese a ser feliz. No obstante, Neeson sigue sufriendo por la pérdida de la inolvidable Richardson, la de la carcajada profunda. Prueba de ello, la doliente entrevista que otorgó a Esquire hace dos meses. Y es que como se aseveraba en «El paciente inglés»: «El corazón es un órgano de fuego»