Encuentro en la Academia de Cine con los directores de tres de las películas nominadas al Goya a Mejor Película Iberoamericana

Son muchos los puntos en común de las realidades que viven Maite Alberdi, la directora de la cinta chilena «La Once»; Marilyn Solaya, autora del título cubano «Vestido de novia»; y Salvador del Solar, el realizador de la historia peruana «Magallanes».

Los tres directores nominados a la Mejor Película Iberoamericana han llegado a los Goya con sus óperas primas o segundas cintas y han desafiado con ellas los problemas de distribución a nivel iberoamericano. «Debería ser más fácil para una película llegar a otros mercados», defiende Alberdi.

La segunda película de la directora chilena es un retrato intimista de un grupo de amigas que queda a tomar el té una vez al mes desde hace 60 años, desde que salieron del colegio. Su documental –el único nominado en esta categoría de los Goya– narra un mundo de interioridad femenina que esconde también la evolución social de Chile. «En la mesa podemos ver una sociedad y la historia de un país porque vemos cómo ha cambiado el rol de la mujer en la historia y cómo un grupo de amigas se tiene que adaptar a los cambios», explicó en el coloquio que protagonizaron en la Academia de Cine los tres realizadores.

La visión de Solaya también refleja la historia de Cuba, «el cuerpo social-sexual de la nación cubana», un término con el que la directora ha bautizado el choque. «Yo siempre digo que vivo en tres países: el país en el que vivimos, el país en el que viven algunos y el país en el que vive la gran mayoría; y logra una conciliación con todo eso para el creador es complicado y está en el día a día de todos nosotros», afirmó.

Por su parte, Salvador del Solar propone la mirada más directa al pasado con el reencuentro entre un taxista y una mujer a la que conoció cuando ella era una joven campesina y él un soldado que combatía a Sendero Luminoso. «Intenta mirar el pasado desde el presente, desde sus secuelas, sin flashbacks», reveló antes de añadir que la cinta «nos hace notar cuánto de nuestro pasado nos va seguir persiguiendo como un fantasma si no le dedicamos el tiempo y reunimos el coraje para observarlo y procesarlo».

El camino para ponerse detrás de la cámara sí que ha sido diferente para los nominados; mientras que el peruano ha dado el salto de la actuación a la dirección con Magallanes, la cubana puede presumir de ser la tercera mujer en Cuba que logra realizar un largometraje de ficción. «Es complicado acceder a los espacios, y más en el cine que es un espacio masculino. Tardé diez años. Mis compañeros masculinos de generación van por su tercera película y esta es mi ópera prima», explicó.

Todos se muestran satisfechos de cómo se han recibido sus títulos en su país, aunque son conscientes de que son las producciones estadounidenses las que dominan el mercado iberoamericano y que muchas veces las películas nacionales solo llegan a disfrutarse en los festivales. La Once estuvo cuatro meses en las carteleras, lo cual es excepcional para un documental; Vestido de novia fue aplaudida en el Festival de Cine de La Habana; y Magallanes dobló sus expectativas y, paradójicamente, triunfó entre la clase alta de Lima, «donde hay una negación mayor del conflicto y de no querer mirar atrás».

Reconocen que en Chile, Perú y Cuba sí hay un apoyo «esencial» a la cinematografía, pero que esperan siempre más respaldo del Gobierno. «Son cantidades que nos obligan a buscar socios, en el caso de «Magallanes» es una coproducción con Perú, Argentina, Colombia y España, protagonizada por un mexicano. Es de algún modo una película iberoamericana», resaltó el director. No es la única reivindicación que puso sobre la mesa Del Solar, ya que pide que el cine autóctono no sea entendido solo como una industria. «Es una manifestación cultural de Iberoamérica, no solo es una opción sino una necesidad, y ojalá que en el futuro también sea una demanda industrial», apostilló.

Alberdi, Solaya y Del Solar ya están trabajando en sus próximos proyectos. La más aventajada es la chilena que ya está editando su nuevo documental, «Los niños», la historia de un grupo de adultos con síndrome de Down que están hartos de ser infantilizados. Tampoco esquiva los temas más sociales la cubana que tratará el cuidado de la tercera edad, la discapacidad, la pobreza de las mujeres negras y las madres solteras en una sociedad en crisis en Estrés. Más críptico se muestra el peruano, que está desarrollando una idea que «tiene que ver con una sensación que hay en este momento en Perú de una solidez económica que, por alguna razón, pensamos que ha llegado para quedarse, y que ha generado un nivel de autoestima que, creo, está a punto de resquebrajarse», desvela.

El ausente del coloquio Pablo Trapero, director de «El Clan», fue el que finalmente se llevó el Goya a Mejor Película Iberoamericana en la 30 edición de los premios. El argentino no pudo acudir al encuentro en la Academia ni a la gran noche del cine español por su reciente paternidad.