González Macho, José Garasino, y Fernando Lara inciden en el profundo abismo que se abre ante el cine español, que en tres meses solo ha iniciado 17 rodajes

«Es la primera vez que en un documento se reúnen las opiniones, deseos y estados en que se encuentran los sectores que confluyen en nuestra industria. Y con el objetivo de aunar esfuerzos, sin divisiones”, ha puntualizado este jueves Enrique González Macho, presidente de la Academia, en la presentación de «Cine español. El estado de la cuestión”, informe que se dibuja como un punto de partida para debatir la actual coyuntura y los cambios en los que está inmersa nuestra cinematografía.

Fruto de las numerosas reuniones que la Academia ha mantenido en el último trimestre de 2011 con distintas asociaciones que representan a los productores, distribuidores y exhibidores, y responsables de plataformas legales on line, se ha elaborado este texto en el que se recogen los puntos en común entre todos los actores de nuestra cinematografía. «Se ha buscado la máxima sinceridad de nuestros interlocutores, intentando evitar desencuentros para encontrar unos objetivos avalados y consensuados por todos que, en su conjunto, dieran una panorámica del estado de la cuestión del cine español”, ha reiterado González Macho.
Acompañado por el director de la institución, José Garasino, y del coordinador del informe, Fernando Lara, el máximo responsable de la Academia aseguró que uno de los grandes problemas de nuestra industria «es el desconocimiento intersectorial. Durante años se ha actuado como compartimentos estancos, y los problemas de uno terminan influyendo al de al lado”. Y todos los actores están de acuerdo en la necesidad del respaldo institucional; una mejora de las fuentes de financiación; la colaboración con las televisiones públicas y privadas; una mayor promoción de nuestras películas tanto dentro como fuera de España; el papel de la distribución independiente; la importancia de las salas como punto de partida para la comercialización de las películas; y el esfuerzo de los exhibidores en el proceso de digitalización de las salas y la confianza en las nuevas plataformas legales on line.
Poner punto final a la piratería audiovisual; la coordinación entre las políticas del Estado y las Comunidades Autónomas; la entrada del cine en el sistema de enseñanza y la conveniencia de la creación de una Plataforma Intersectorial «para elaborar estrategias básicas, dirimir cuestiones conflictivas y dar respuestas conjuntas a los desafíos tecnológicos, completan los puntos «imprescindibles” que recoge este documento «que no atiende a las circunstancias sobrevenidas en las últimas semanas”, ha indicado Lara.
Fernando Lara ejerció de «notario” y, en la búsqueda de ese consenso «para que el cine español mejore en todos los sentidos”, matizó que en ninguna de las reuniones notó «el más mínimo reparo para trabajar juntos con el deseo de que el cine español llegue a la sociedad española de la manera más armónica posible”.
El texto también incluye datos sobre la producción de largometrajes españoles en lo que llevamos de 2012 (17), las películas que se estrenan en 2011 (115, 17 de ellas distribuidas por majors) y la cuota de mercado alcanzada en el pasado ejercicio (15%). «Las cifras desmienten cuestiones como que en 2011 se produjeron menos títulos que en 2010 porque en realidad es que la diferencia fue un solo trabajo, 200 frente a 199”, ha indicado Lara.
Además, Lara ha enviado un mensaje de esperanza. «En todos los encuentros he visto entusiasmo, vitalidad y ganas de progresar, el pesimismo no ha estado presente. He notado un cambio de mentalidad absoluto: el cine español siempre ha sido atomizado, y si algo tiene este documento es que es integrador”. Eso sí, adelantó que si no se instaura la costumbre para que los sectores se sienten juntos, «estos puntos quedarán diluidos”.
Preguntado por los recortes que ha sufrido el Fondo de Protección a la Cinematografía, González Macho ha insistido en que no tenía temor, pero sí reconoció que «mi inquietud ha crecido. El cambio de sistemas estaba claro, el problema es que hay un modelo para el futuro que aún no está definido. El mensaje que se ha lanzado no ha sido el correcto porque era confuso: el mecenazgo va a las actividades sin ánimo de lucro, y el cine sí lo tiene porque es una actividad empresarial. Me preocupa el salto al vacío. Tenemos un pie en 2007, pero el otro aún no sabemos donde se apoyará”.
Partidario de la existencia de una plataforma intersectorial «que debe surgir de la propia industria. La Academia es un lugar que avala iniciativas”, González Macho lamentó que en España «nunca ha existido una conciencia de política audiovisual”, y ha recordado que, como casi todas las cinematografías, la nuestra «es un enfermo crónico con salud de hierro”.
Por su parte, José Garasino ha agradecido la «generosidad de todos los interlocutores”, y ha adelantado que la Academia seguirá trabajando en esta línea «para que esto sea un punto de partida. Sin quitarnos la parte de autocrítica, tenemos que encontrar situaciones constructivas”.