La versión teatral de «La caída de los dioses» llega a Naves Español Matadero Madrid

El director esloveno Tomaz Pandur estrena en las Naves del Español en Matadero Madrid su visión teatral del filme «La caída de los dioses», del cineasta italiano Luchino Visconti. Este es su sexto espectáculo en España de la mano del teatro y la ópera. Belén Rueda, Pablo Rivero y Manuel de Blas son algunos de los protagonistas de este montaje, que llega a Madrid este 25 de agosto tras su estreno el pasado mes de marzo en el Teatro Calderón de Valladolid y su paso por festivales como el de Liubliana o el Grec.

Según Pandur, decidió a adaptar la obra cinematográfica de Visconti cuando escuchó «conmovido» las afirmaciones de Fassbinder: «Esta es la mejor película del mundo. Creo que representa para la historia del cine lo mismo que Shakespeare para la historia del teatro». El relato se desarrolla en los primeros momentos del tercer Reich y cuenta la historia de una familia aristocrática alemana, los Eissenbeck, quienes, divididos entre el apoyo y el desprecio al partido de Adolf Hitler, comienzan una lucha sangrienta por lograr el poder tras el asesinato de su patriarca, el barón von Essenbeck.
En este montaje «todo y nada es nuevo», afirma su director. En un primer momento, tomaron el guión original y lo «enriquecieron». «Lo cogimos como punto de inspiración y, a partir de ahí, creamos un mundo nuevo», señala, por lo que rechaza que se trate de una «imitación de la película». A su juicio, hoy en día los conceptos de Visconti probablemente «son capaces de responder de forma más contundente que en el momento en el que fue realizada la película», ya que «refleja el mundo en el que vivimos». «Se trata de un tema perfecto para el tiempo de hoy», añade asegurando que, precisamente el tiempo ha enriquecido la historia».
Por ello, el director de escena espera que esta función «no sólo dé respuestas», sino que proponga preguntas en un campo «muy abierto», como por ejemplo en la Europa en la que vivimos: «quiénes somos y cuáles son nuestros valores éticos y morales». Respecto a la estética de Visconti, Pandur asegura que «nunca se puede olvidar» y, aunque fue un punto de inicio, la tarea ha sido no copiar, sino respetar su «credo y su culto». «Siempre me he inspirado en él, así que en todas mis funciones hay un toque suyo. O quizás no hay ninguno», bromea.
En cuanto a los personajes, indica que han sido «fieles» a los protagonistas de Visconti, tanto a sus nombres como a sus historias. Sin embargo, matiza que no es la historia de Ingrid Thulin (protagonista en la película del papel de Sophie von Essenbeck), sino la de Belén Rueda. «Esa es la gran ventaja del teatro, crear un mundo nuevo a partir de nuestros deseos», confiesa. A este respecto, Pandur ha incorporado un personaje nuevo a la obra del cineasta italiano. Se trata de un narrador (Emilio Gavira)que mantiene los secretos de la obra y que pretende ser una dedicatoria cariñosa y amable a Visconti. Asimismo, sobre el escenario estará un pianista que, en homenaje a las películas mudas, aporta un punto de respiración a la obra y se adapta a la arquitectura emocional de la misma. «Recrea el sonido de Europa en un mundo que tiembla», explica.
La puesta en escena del espectáculo parte de un espacio «minimalista y cinematográfico», según su director. En él, hay un espejo /»el objeto más mágico a través de los siglos») que refleja «la otra cara de la realidad». «Este diseño más que un espacio es un estado de la mente, pensado para estar en todo tipo de teatros», indica. Por su parte, la actriz Belén Rueda apunta que los actores querían profundizar más en el porqué de los personajes y sus actuaciones. «Pandur tiene la inteligencia de dejarte decidir por dónde vas a ir y desarrollar ese personaje, porque al final consigue lo que quería, aunque lo haces tú», señala. El elenco de este montaje, producción del Teatro Español, que podrá verse hasta el 23 de octubre en Madrid, se completa con Alberto Jiménez, Nur levi, Fernando Cayo, Santi Marín, Francisco Boira y Ramón Grau.