Es un buen momento para hacer una breve panorámica de las mujeres, que con su constante trabajo y lucha diaria, han conseguido calar en la producción cinematográfica española

Todos conocemos y destacamos el papel de la mujer en la producción creativo cultural, en efervescencia, y nos empiezan a sonar ya desde hace unos años los nombres de directoras españolas muy consolidadas. Aunque su número es significativamente menor que el de los directores, por lo que debemos cuidar y homogeneizar el medio cinematográfico.

Hay que destacar la labor de las efervescentes cortometrajistas, jóvenes directoras que trabajan por elaborar productos cinematográficos de calidad y que compiten de igual a igual en festivales de todo el mundo. Aunque no es el caso de las largometrajistas. El mundo del cine ha sido desde sus comienzos en 1892 un mundo de inventores, de feriantes, de negociantes o grandes empresas, que por su propio entorno clásico y por el desarrollo normal de los acontecimientos, aún hoy en día no ha llegado completamente a rondar la igualdad de género.
En la actualidad directoras de múltiples géneros trabajan con ímpetu, en primer lugar por el cine español, inyectando competentes obras de innovadoras historias y con realizaciones técnicas de primera. Y en segundo lugar, trabajan por estandarizar a la mujer realizadora en la pequeña pero fructífera industria española. Debo mencionar además de a las miles de profesionales invisibles en el medio, a la veterana Josefina Molina, presidenta de honor de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), asociación dedicada a la promoción y asesoramiento de la mujer en el medio, y fundada junto a otras directoras como la granadina Chus Gutiérrez, la barcelonesa Isabel Coixet, o la madrileña Iciar Bollaín, y otras figuras significantes que representan parte importante de la industria del país.
Aunque es imposible mencionar por completo a cada una de las cineastas de nuestro país recomiendo echar un vistazo a la obra de Pilar Miró, Maria Rippoll, Gracia Querejeta, Patricia Ferreira, o Inés París. Y, señalar a todas las mujeres y hombres que hoy en día trabajan con especial constancia por una industria tambaleante, que genera sustanciosas joyas cinematográficas de gran proyección internacional.