LA OBRA DE TENNESSE WILLIAMS SE CONVIERTE EN LA GRAN ATRACCIÓN DE LA CARTELERA TEATRAL NEOYORQUINA

Una versión con actores negros de «La gata sobre el tejado de zinc caliente”, la famosa obra de Tennessee Williams, producida por Stephen C. Byrd, se ha convertido esta temporada en un fenómeno de masas y es ya la gran atracción de la cartelera teatral de Broadway.

La obra la protagoniza Terrence Howard, actor que triunfa en los cines de todo el mundo con «Iron Man», lo cual podría ser
uno de los motivos que han hecho que la población de color, hasta ahora ausente
de los grandes montajes teatrales, comience a interesarse por Broadway. «Con
el reparto adecuado una producción se puede convertir en un evento para
audiencias de color», señala Stephen C. Byrd, explicando el éxito en que
se ha convertido este montaje.

Tennesse William mostraba en la obra su visión de los
oscuros y primitivos elementos que acechan bajo la superficial civilización del
Sur norteamericano. Una calurosa noche de verano en la residencia de una riquísimo
plantador de algodón del Mississippi, una familia presa del pasado se
desintegra entre acusaciones de lujuria, codicia y envidia…

El propio Byrd busca ahondar en esta brecha abierta hacia un
nuevo tipo de espectador, y ya prepara «Un tranvía llamado deseo” y «Muerte de
un viajante”, ambas también de Tennesse Williams, con repartos formados
íntegramente por actores de color.

«la gata sobre el tejado de zinc caliente” se estrenó en el
Teatro Morosco de Nueva York, en 1955, con Burl Ives en el rol de Gran Papá y
Ben Gazzara en el de Brick, bajo la dirección de Elia Kazan. Con Elizabeth
Taylor en el papel de Margaret llegó al cine en 1959, dirigida por Richard
Brooks.

Además de estas obras de Tennesse Williams, dos nuevos
montajes con reconocidos intérpretes negros, que llegarán a Broadway en breve,
parecen confirmar el buen momento que vive el teatro con actores de color: «Country
girl”, que estará protagonizada por Morgan Freeman, y «Thurgood”, que tendrá a Lawrence
Fishburne como cabeza de cartel, y que llegarán a Broadway en breve. Hasta hace
cinco años los afroamericanos apenas pisaban Broadway, ni siquiera para ver a
los actores de su raza.

Fue en 2002 cuando el productor Russell Simmons hizo el
primer intento serio de atraer afroamericanos hasta el teatro con «Def Poetry
Jam”, función en la que el hip-hop más comprometido se mezclaba con la llamada
spoken word. No obstante la obra se convirtió en un éxito, pero sobre todo
entre intelectuales blancos. En 2004 «Un lugar en el sol”, con Sean Combs como
protagonista, fue el montaje que demostró que era posible atraer afroamericanos
hasta el teatro. También el musical «El corazón púrpura”, producido por la
estrella televisiva Oprah Winfrey, la mujer negra con más poder de la industria
del ocio, logró unas excelentes taquillas en Broadway y que se empezase a
normalizar la situación sobre el acceso de la población negra de Nueva York,
que representa el 17 por ciento de los habitantes de la ciudad, al teatro.